Nuestro invitado

La insólita campaña desatada para conseguir que los ciudadanos anulen sus votos para la integración del Consejo Ciudadano de Participación y Control Social no tiene sustento constitucional ni legitimidad democrática.

Lo primero porque atenta contra el derecho al voto que al mismo tiempo es una obligación cívica, ambas cosas establecidas en el art 62 de la actual Constitución dentro del Capítulo V del Título II, Derechos de Participación; una constitución cuyo núcleo medular reside en la vigencia efectiva de los Derechos Humanos (arts 3 y 11 CRE). Llamar a votar nulo significa negar el ejercicio de tal derecho.

Lo segundo porque el llamamiento a votar nulo en la elección de miembros del CCPCS está orientado a buscar la desaparición de esa institución cuya misión principal es “promover la participación ciudadana, estimular procesos de deliberación pública y propiciar la formación en ciudadanía, valores, transparencia y lucha contra la corrupción” (art 208, num 1 CRE).

¿Es que quienes piden que el Consejo desaparezca se oponen a los objetivos señalados? Estos son los que los ciudadanos queremos ver realizados, hartados como estamos de que se nos gobierne sin tomar en cuenta nuestros intereses y deseos para la construcción de un Ecuador verdaderamente justo y democrático. Lo que deseamos es que las instituciones públicas cumplan los deberes y tareas que las leyes les señalan para beneficiar nuestras vidas y no que se las haga desparecer. Queremos que la Democracia no sea una palabra vacía de la cual abusan los portavoces de poderosos intereses, una Democracia moderna con carácter participativo, en la cual nuestra palabra se escuche y se haga valer.

En consecuencia con lo expresado debemos considerar a la propuesta que comentamos como profundamente regresiva, reaccionaria, orientada a perpetuar el falso modelo de democracia que vivimos, en la cual unos cuantos políticos se atribuyen la representación de la voluntad popular para acumular poder y riqueza mal habidos, a espaldas de los ciudadanos que los eligieron, actuando en perjuicio del Pueblo, su mandante.

La campaña por el voto nulo no se queda en la intención de borrar del mapa institucional al Consejo de Participación: va más allá, contra la propia Constitución, calificando con los peores términos a un producto jurídico-político universalmente elogiado y que –este sí– fue producto de la voluntad popular expresada en su aprobación por amplísima mayoría de los ecuatorianos. ¿Por qué? Porque es una constitución favorable a la vigencia de derechos sociales, económicos y ambientales de las mayorías, que busca y posibilita Justicia Social.

Y eso no le gusta a ciertos círculos de privilegiados, por eso el barullo. Vayamos a las urnas a ejercer conscientemente nuestros derechos votando por las personas en quienes confiamos para que nos representen.