Hemos evidenciado que las personas, sobre todo los medios de comunicación, han naturalizado la palabra bullying, de tal manera que al comunicar una noticia con esta dejan a lado su verdadero significado. Y es que la palabra bullying es un anglicismo, no nos pertenece. Ni siquiera está presente en la Real Academia de la Lengua Española y al utilizarla para comunicar un hecho minimiza lo que realmente está ocurriendo en la sociedad.

El lenguaje crea realidades. Ayúdenos a llamar al bullying por lo que realmente es, acoso. Para lograrlo deseamos que en los antetítulos, titulares, subtitulares, entradilla y cuerpo de una noticia se elimine la palabra bullying y se use acoso, para así concienciar al Ecuador sobre la magnitud de una palabra mal utilizada, como lo es el bullying. (O)

Lily Valeria Menoscal Farfán,

estudiante, Guayaquil