El inicio del año es el momento propicio para plantearse nuevos propósitos y nuevas metas. Y el campo del emprendimiento no es la excepción. Emprender es un reto y a los retos se los debe afrontar con decisión y mucha planificación. Aquí, algunos consejos para poder enfrentar el año y transformar las metas en hechos concretos.

Los profesores y los investigadores en temas de emprendimiento de las más destacadas escuelas de negocios recalcan la importancia de diferenciar la necesidad de la oportunidad a la hora de emprender. Y dicen que “nuestra mente ha sido creada para pensar y de estos pensamientos surgen infinidad de ideas. Fíltralas, analízalas y estudia el mercado. Emprende cuando tengas clara la oportunidad, cuando hayas descubierto el problema en el cliente y tengas la solución. A partir de ahí será fácil demostrar a tu público tu diferenciación y el porqué no hay mejor opción de contratación que tu propuesta”. No solo es cosa de soñar y tener buenas ideas. También es necesario aterrizarlas a la realidad y a la necesidad del mercado.

Algo que, asimismo, me parece fundamental es decidirse a emprender. En el tema del emprendimiento hay mucho de soñar e idealizar las cosas. Pero los verdaderos triunfadores son aquellos que dan el primer paso. “Emprender es una de las decisiones más importantes y emocionantes en tu vida. Si lo estás pensando, significa que ya has tomado la decisión. Ahora, lo imprescindible es que actúes. No hay éxito sin acción”.

El mayor enemigo del emprendimiento es el miedo y sus mejores aliadas son las excusas. Lo que yo recomiendo es racionalizar el miedo y ver la situación de la manera más objetiva posible. Ver una solución a cada problema, no un problema en cada solución.

Ser trabajador, creativo, emprendedor, está bien. Pero también es importante estar preparado en el campo en el que se quiere incursionar.

Estoy convencido de que es necesario aprender y entender cómo funciona el negocio. No confiar en que se aprenderá de la experiencia. Es mejor salir al mercado con el aprendizaje adecuado.

Cuando nos decidimos a emprender es importante mirar al futuro. Y saber que lo que se siembra se cosecha y que ninguna planta sale a la superficie sin una semilla. Toda empresa requiere su tiempo. Un plan de negocio debe contar con objetivos claros y realizables a corto, medio y largo plazo, y todos ellos contribuyen a llegar a este objetivo final: la visión que tienes de tu empresa.

Recuerda algo: No todos los días serán fáciles, lo importante es avanzar. Los problemas solo nos ayudan a ser mejores, y con la experiencia que ganamos conseguimos evitarlos. Es importante ser positivo ante cualquier situación.

Finalmente, aunque pudiera parecer obvio, no olvidemos dedicar nuestro tiempo y esfuerzo a las cosas que nos gustan. A disfrutar lo que hacemos. Emprender no es fácil, pero puede ser una experiencia única.

¡Que este 2019 sea un año de emprendimientos exitosos!

(O)

* Analista financiero.