Desde hace algunos meses me enteré de que tenía una deuda en el Servicio de Rentas Internas (SRI) por falta de matriculación de un automóvil que vendí en el año 1994 y que ha pagado matrícula hasta el año 1999 sin hacer el cambio de propietario.
Me acerqué al SRI, quienes me derivaron a la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) para que proceda a dar de baja el vehículo que evidentemente ya no existe, pues a la fecha tendría 41 años. El problema es que para dar de baja, según la ANT, se requiere estar al día en los pagos de las deudas.
Lo que sorprende es que en 18 años la Comisión de Tránsito no me notificó de la deuda por concepto de matrícula, hasta ahora en el 2018, a través del SRI, si lo hubiera hecho no hubiéramos caído en mora. El no haberlo hecho nos llevaría a aplicar el Código Tributario, artículo 55: “Plazo de prescripción de acción de cobro: La obligación o la acción de cobro de los créditos tributarios y sus intereses, así como de multas por incumplimiento de los deberes formales, prescribirá en el plazo de cinco años, contados desde la fecha en que fueron exigibles; y en siete años desde aquella en que debió presentarse la correspondiente declaración, si esta resultare incompleta o si no se la hubiere presentado”. O sea, la Comisión de Tránsito habría incurrido en dar paso a la prescripción de la deuda atrasada, ya que podría cobrar solo por los últimos cinco años.
Debido a múltiples casos de personas que aparecemos como propietarios de vehículos que ya no poseemos fue entrevistado el director de la ANT, quien dijo que expongamos nuestros casos para buscar solución. Sabemos que es un problema heredado por él, pero lo que interesa es encontrar solución oportuna que permita dar de baja a los vehículos que ya no existen, y aprovechando la Ley de Remisión que la entidad pueda recaudar nuevos ingresos; sugiero como una solución y también que las personas expongan sus casos ante la ANT por escrito, como propone el director y no se dejen amilanar por ciertos funcionarios de la institución que se resisten a recibir quejas escritas; a mí me sucedió.(O)
Francisco Manuel Orbe Freire,
arquitecto, Guayaquil