Interactuaba con él en las redes sociales, como con otros asambleístas, políticos y activistas que denunciaban la corrupción de Rafael Correa. Dejamos a un lado diferencias de ideología porque teníamos un mismo fin en común: recuperar la democracia en el Ecuador. No los conocía personalmente, pero poco a poco empecé a hacerlo. Así conocí a Lourdes Tibán, Martha Roldós, Carlos Vera, Carlos Pérez Guartambel y muchos otros. El 2 de noviembre fue el turno de estrechar la mano del exlegislador y excandidato a la vicepresidencia Andrés Páez.

Haría esa noche la presentación, en Nueva York, de su libro Prohibido olvidar, en The City University of New York, School of Law (CUNY). En la tarde hubo un almuerzo de bienvenida. Asistí y me sorprendió que Andrés Páez me reconoció inmediatamente: “Hola, Betty”. Me comentó: “Tengo memoria fotográfica”. Nos reímos y me invitó a sentarme a su lado. El día anterior había presentado su libro en Miami y muchos asistieron al evento, estaba contento por aquello.

Muchos creen que Páez está afiliado a CREO y le pregunté sobre eso: “No estoy afiliado a ningún partido, mi partido son las calles y mientras continúe en la política seguiré afiliado a ese único partido que es donde se construye la historia de los pueblos. Seguiré participando como un soldado más de las calles. No tengo nada en contra de los partidos, aplaudo la militancia, pero mi bandera son las calles”. Luego del almuerzo nos dirigimos a CUNY. El auditorio estaba lleno.

Andrés Páez empezó su intervención diciendo: “Muchas gracias por estar aquí y hacer lo que estimo una obligación de los demócratas ecuatorianos: registrar un aporte a la memoria histórica de la patria para que la peor tragedia de nuestro país no se repita jamás”. Se refería al peligro que existe de que olvidemos fácilmente lo vivido durante diez años. Correa persiguió a centenares de personas, y en su libro, Andrés recopila por lo menos 60 casos de persecución judicial y otras formas de persecución orquestadas desde el poder.

Páez leyó algunos pasajes del libro y luego contestó preguntas que hicieron los asistentes. Se formó un debate muy interesante sobre lo que debería hacer este Gobierno para que Ecuador mejore.

Antes de finalizar, Andrés Páez dijo: “Soy un patriota, amo a mi país, por eso públicamente digo a Lenín Moreno: 1. Un presidente debe actuar con liderazgo. 2. Fortalézcase. Abra su gabinete a otras fuerzas, haga un gabinete que enfrente la crisis económica, la peor crisis de corrupción e impunidad que existe en la historia del Ecuador, y 3. Recupere el dinero que se robaron. Quiero hacerle nuevamente esta oferta: estoy dispuesto a ayudarlo. No importa que él se haya robado la presidencia de Guillermo Lasso, aquí hay que pensar en el país, virar la página y mirar hacia adelante. Estoy dispuesto a ayudarlo de forma absolutamente gratuita”.

Los presentes apoyaron con aplausos el exhorto y la oferta de Páez, a Moreno. Antes de irme me acerqué a él para felicitarlo, y me fui con la sensación de que los ecuatorianos asistentes se quedaron pensando que la solución del país puede llegar del verdadero diálogo y una auténtica colaboración. (O)