Una Tricolor descolorida viajó a Catar y salió por la puerta estrecha de la derrota. Tampoco pudo con Omán.
Jugadores no supieron acatar las indicaciones de su director técnico y apenas pudieron jugar un futbolillo. Se invierte mucho tiempo y dinero para luego terminar en excusas y acusaciones. ¿Qué se sacó en limpio de esa aventura (o desventura)? Que en Catar hay mucha arena y mucho petróleo. ¿Será por eso que jugadores se enterraron en la arena y se resbalaron en el petróleo?(O)
Leonardo Ruiz Barona, arquitecto, Guayaquil