En una sesión del Concejo Municipal –que se realizó hace unas semanas– el alcalde abogado Jaime Nebot Saadi hizo justicia y enaltecimiento a Carlos Rubira Infante, el ilustre hijo de la ciudad, quien falleció el viernes 14 de septiembre de 2018 a los 97 años de edad, fue compositor, músico, conquistó muchos reconocimientos y su nombre está en el Salón de la Fama de los Compositores Latinos 2018.

Cuando terminó dicho acto o convocatoria con un objetivo cívico, el concejal y comunicador Leopoldo Baquerizo solicitó al alcalde le conceda unos minutos para hacer una breve semblanza del maestro Rubira Infante. Refirió que el artista nació en Guayaquil el viernes 16 de septiembre de 1921, empezó a crear versos y melodías a los 16 años, la primera canción que hizo Perdóname madrecita la dedicó a su madre (Amarilis Infante)...

Y por la larga y brillante trayectoria que realizó, sugirió que se denomine a una calle –importante– de Guayaquil, con el nombre de Carlos Aurelio Rubira Infante; sería el eje vial que une a las emblemáticas avenidas de las Américas y Dr. Juan Tanca Marengo (quien fue exministro de Estado, médico destacado, catedrático, fundador de Solca o Sociedad de Lucha Contra el Cáncer del Ecuador), nada mejor que ese espacio para el “bardo inmortal” autor del pasacalle Guayaquileño, madera de guerrero, que es el himno de los porteños. Por unanimidad, los concejales presentes aprobaron la idea. El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot –quien tiene voto dirimente– también se sumó a la totalidad de los ediles rubricando este hecho histórico. Los asistentes salimos contentos del Palacio Municipal de Guayaquil por esta decisión positiva.(O)

Tito Rendón Alvarado, periodista, Guayaquil