La exportación de camarón en Ecuador hace varios años ha sobrepasado todas las expectativas y hoy en día somos el segundo exportador a nivel mundial en piscinas (937 millones de libras en el 2017). Este crustáceo a pesar de ser una delicia culinaria que la vemos en cebiches, cazuelas..., su consumo no está generalizado en nuestro país.

Según información del Centro Nacional de Acuicultura e Investigaciones Marinas (Cenaim), el ecuatoriano promedio come 7,8 kilogramos de mariscos al año. En Perú, el consumo de mariscos per cápita es de 21,8 kilos (FAO); en Colombia el consumo por persona llega a 8,4 kilogramos (Aunap); en Argentina es de 8,9 kilogramos; el promedio en América Latina y el Caribe es de 12,2 kilos por persona al año, y del mundo es de 20,2 kilos. Una de las causas por las que nutricionistas no lo incluyen en la dieta, es el “alto contenido de colesterol”. En una docena de camarones se pueden encontrar hasta 200 miligramos de colesterol, pero investigadores hallaron que el consumo de camarón aumentó los niveles de HDL (colesterol bueno) en un 12% y redujo los triglicéridos en más del 13%. Un estudio publicado en el Journal Americano de Nutrición Clínica mostró que una dieta que incluya camarones tiene más beneficios que una que incluya huevos. Otro estudio sugiere que los mariscos tienen muchos beneficios reproductivos, incluido reducir el tiempo en concebir y mayor frecuencia en la actividad sexual, dice Audrey Gaskins, de la Escuela de Harvard T.H. Chan de Salud Pública. El camarón presenta un porcentaje bajo de grasas (solo 2 gramos en 100 gramos de camarones) y calorías, con altos contenidos de proteínas y ácidos grasos omega-3, que han mostrado actuar como antiinflamatorio natural contra la artritis reumatoide y reducir el riesgo de enfermedades cardiacas, arritmias fatales, presión arterial alta, cáncer, alzhéimer. Dos porciones semanales de camarones con ácidos grasos omega-3 sería como tomar un suplemento de aceite de pescado al día. En julio del 2010 la FAO y la OMS publicaron un estudio de riesgos y beneficios del consumo de mariscos, se revisaron los datos sobre los nutrientes, el mercurio y las dioxinas, concluye que el consumo de mariscos reduce el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiacas coronarias. En el caso del mercurio y las dioxinas, no hallaron suficientes pruebas de riesgo de enfermedades coronarias y el potencial de cáncer provocado por dioxinas es menor que los beneficios de consumirlos. Al considerar los omega-3 y los niveles de mercurio entre las mujeres, el análisis concluye que el consumo materno, de mariscos, reduce el riesgo de un bajo desarrollo neuronal en el feto.

Pero el tema aquí no es la salud, sino los costos. Es difícil encontrar la libra de camarón local a menos de 5 o 6 dólares en supermercados, o menos de 3 o 4 dólares en mercados y abastos. Además la mayor parte de la producción camaronera en piscinas se empaca para exportación, pero desde el último trimestre del año pasado un fenómeno comercial ha provocado que los precios internacionales bajen hasta un 50% de su valor inicial, un exceso de oferta de producto, puesto que las producciones están relativamente controladas y cosechando cada día más. Lo aconsejable para nuestro país será incentivar el consumo de camarón, con campañas publicitarias y sanitarias con cooperación interinstitucional, incorporar instituciones del Estado y empresa privada, lograr lo que China y Brasil hacen, comer el camarón que producen; los precios deben estar al alcance del bolsillo popular, entre 1,50 dólar la media libra y 3 dólares la libra entera.(O)

Gabriel Rivera Loza, licenciado en Acuicultura, Guayaquil