En 1838 James Fenimore Cooper publicó The American Democrat y dijo que “es un defecto común de las democracias el que la opinión pública sustituya a la ley. Esta es la forma usual en la que las masas de gente exhiben su tiranía.”

Circa 2006 publiqué La Sociedad Karaoke, un ensayo sobre la influencia de los medios masivos en la sociedad. Y sostuve que “Validado por el noticiario de las ocho, o en Diario EL UNIVERSO de mañana, la sociedad construye una conciencia colectiva a fuerza de repetir lo que ve/escucha en la TV, o lo que lee en el diario [sic]”.

Doce años después solo han cambiado las herramientas de transmisión. La tele y el diario se han convertido en el smartphone y el timeline. Y el bar karaoke se ha convertido en cualquier lugar donde pueda acceder a YouTube.

Por cierto, en un bar karaoke usted canta con quien esté en la mesa contigua, aun si (a ellos) no los conoce. Juntos hacen un coro, así es como la gente –que no se conoce entre sí– construye la opinión pública.

La opinión pública es “aquella que puede ser expresada en público sin riesgo de sanciones…”; donde una opinión dominante impone una postura, sostiene Elizabeth Noelle-Neuman.

Un karaoke refleja una expresión masiva de coincidencias (sin importar si alguno desafina). Alguien masifica la melodía. Alguien escribe y proyecta las letras en una pantalla. Y todos cantamos. ¿Burbuja epistémica? Bar karaoke.

Según la Espiral del Silencio, publicada en 2003, los medios eran los creadores de la opinión pública. Quince años después la responsabilidad recae en los medios y en los influencers, familiares, panas, pares, youtubers, algoritmos, omnipresentes en redes sociales.

Es más. No pensamos en las letras ni en la historia de la canción, no validamos la verosimilitud del post, solo repetimos el coro para evitar sanciones morales, de aislamiento social, o de no ser cool. ¿Echo chamber? Bar karaoke.

Finalmente, pasamos de una sobredosis de TV (como cantaba Ceratti) a otra de smartphones; pero el gregarismo que Trotter comentó en 1916, en Instincts of the Heard in Peace and War, se mantiene. Irónicamente, en esta Sociedad Karaoke las masas están compuestas de millones de yo. (O)