En la investigación que se sigue por homicidio culposo, en el caso de la menor de 11 años fallecida presuntamente a causa de la agresión recibida por parte de cinco alumnos del colegio donde estudiaba, el padre de la víctima rindió, en la Fiscalía del Guayas, su versión: los compañeros de su hija la habrían amarrado de manos y pies, le habrían puesto una toalla en la boca y luego la habrían golpeado y lanzado contra una pared.

Por la gravedad del caso, varias autoridades se han manifestado y el plantel donde ocurrió el caso de violencia escolar ha sido intervenido para realizar las indagaciones pertinentes.

El irrespeto y la agresividad entre niños y jóvenes no solo obedecen a factores como la música, videojuegos, telenovelas; muchas veces las conductas de maltrato las viven los menores en el seno familiar. Por ello, las acciones formativas, de prevención y tratamiento del acoso entre estudiantes debe involucrar a padres, alumnos, docentes, personal de servicios, de transporte escolar, etcétera.

Los casos de violencia escolar deberían registrarse para ser medidos, estudiados e informados de manera transparente en las reuniones de padres, y así establecer una cultura de no tolerancia hacia estos comportamientos antisociales. (O)