El Parque Tecnológico de Salud de Granada en España, con sus siglas PTS, es un campus que se encuentra en las afueras de la ciudad, se puede llegar por metro o por bus, cuenta con un amplio parqueo para los vehículos, además sus infraestructuras están conectadas entre sí. Está regido por la Universidad de Granada, la Junta de Andalucía, la Diputación Provincial, los Ayuntamientos de Granada y Armilla, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, además mantiene colaboración con empresas privadas y la Cámara de Comercio. Sus instalaciones son para uso docente, sanitario, de investigación, desarrollo tecnológico y empresarial. En ella se encuentra la Facultad de Medicina y Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Granada. El Instituto de Medicina Legal, el Centro de Investigaciones Biomédicas, el Complejo Hospitalario Universitario del Campo de la Salud de formación académica y de investigación.

El PTS permite fomentar las investigaciones, desarrollar proyectos e innovaciones de última generación dentro del campo de la biología molecular, genética, genoma y proteoma u otros. Una de las líneas prioritarias es la medicina personalizada, que estudia enfermedades hereditarias, autoinmunes e inclusive ciertos tipos de cáncer a través de restauradores celulares o genes modificados que puedan detener la expansión de las células malignas. Las empresas farmacéuticas ubicadas en el PTS trabajan en forma coordinada mediante un sistema de innovación ciencia-empresa.

Es difícil comprender que, durante 10 años de gobierno del economista Rafael Correa, no hayan tenido una visión de investigación, desarrollo e innovación en ciencia y tecnología, que universidades de prestigio públicas y privadas no las hayan fortalecido a nivel nacional; que el Instituto Nacional de Higiene y Medicina Tropical Leopoldo Izquieta Pérez lo haya hecho desaparecer, siendo por muchos años el primer centro de investigación de enfermedades infecciosas. Porque los colaboradores directos con mando, como el Sr. René Ramírez y la Senescyt, no pusieron a andar el motor político-económico hacia nuevas tecnologías, sean moleculares, génicas u otras, para tratamiento de enfermedades o para fortalecer la industria agroalimentaria. Siendo un país rico en diversidades fitosanitarias, especies de frutas y alimentos autóctonos de acuerdo a cada región, no se elaboraron proyectos para conocer las propiedades y se pueda utilizar en el tratamiento de enfermedades degenerativas, obstructivas, autoinmunes e infecciosas.

Estar en un Centro de Transferencia Tecnológica como el PTS, donde sus productos son patentados y comercializados, hace ver que en el Ecuador, en el anterior gobierno, reinó la corrupción y poca visión futurista, creando entidades públicas improductivas. El Gobierno actual debe pedir auditoría técnica, administrativa y financiera para sancionar y penalizar a los responsables del perjuicio tecnológico, ya que un país que no desarrolla e innova, es afectado con desventaja por la competencia del mercado internacional. (O)