Cada cierto tiempo volvemos sobre algo indispensable: ¿cómo va el entorno mundial? Y se puede resumir en dos expresiones. Uno, mejor para el Ecuador. Dos, incierto con fuertes vacilaciones recientemente.

¿Mejor?

Uno, el valor del dólar genera mejores incentivos en nuestro frente externo (exportaciones más rentables, importaciones un poco más caras). Tomemos un caso importante: la relación dólar-euro. Hace un año parecía que caminábamos a la paridad… ¡demasiado fuerte para nosotros! Y de repente la tendencia cambió y nos encontramos ahora hacia 1,24 dólares por euro. ¿Por qué? En gran parte porque Europa se ha recuperado más de lo esperado y puede arrancar un cierto proceso de alza en sus tasas de interés. Mejor entorno… y, además, como hay una relación inversa entre dólar y petróleo, eso ha llevado a…

…Dos, nuestro petróleo que el año pasado tuvo una media de 45 dólares por barril se disparó a inicios de año hasta por encima de 60, y el promedio de enero y febrero debe estar probablemente cerca de 55. Teniendo en cuenta que la economía ecuatoriana recibe 80 millones de dólares por cada dólar que sube el crudo, la ganancia no es despreciable (…aunque la maldición del petróleo está ahí, siempre latente, más recursos para un Estado más grande e improductivo). ¿Otra razón, además del dólar? Una cierta percepción de que la demanda mundial de petróleo estaba aumentando más de lo esperado, mientras la oferta se ha visto afectada por problemas en varios países productores.

Tres, un entorno de crecimiento mundial interesante, con algunos empujes adicionales como la reforma tributaria Trump.

¿Vacilaciones?

La más importante tiene que ver con las tasas de interés en Estados Unidos. Todos esperan que suban un par de puntos en los próximos años, pero hay dudas sobre el alcance y velocidad. ¿Por qué?

Uno, porque la economía americana y mundial están creciendo más de lo esperado, los salarios aumentando a un ritmo importante y se temen presiones inflacionarias… que los bancos centrales deberán combatir vía alzas más fuertes de los intereses, y eso puede ser complicado en un mundo tan endeudado y con una burbuja innegable en los mercados de activos que se puede desinflar (para nosotros en particular, costos financieros externos e internos más altos).

Dos, porque el Gobierno americano ha venido estos años financiando su déficit vendiendo bonos a la Reserva Federal, es decir, en términos sencillos imprimiendo dinero (vía el programa de Quantitative Easing). Pero ahora nos encontramos con una combinación en que para la Reserva Federal llegó la hora de retirar parte del exceso de dinero, mientras el Gobierno tiene que acudir a los mercados a financiar un déficit aún mayor por la reciente reforma tributaria de Trump. Ese choque es el que preocupa, ¿hasta dónde y con qué velocidad pueden subir los intereses?, y llevó a que el petróleo caiga 7 dólares en un par de días y las bolsas de valores mundiales entraran en pánico y perdieran varios puntos porcentuales.

…así nos moveremos este año, entre las buenas noticias y el riesgo de que el andamiaje se resquebraje y esas buenas noticias se reviertan. (O)