En el año 2003, la vida cultural de Guayaquil se enriqueció con la inauguración del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC).

El MAAC se convirtió en lugar de cita obligada para jóvenes y no tan jóvenes amantes de la cultura. Había programación permanente de exposiciones de pintura, buen cine, música, conferencias, pero la mayor fortaleza del museo es su patrimonio permanente: allí hay 10.000 años de nuestra historia en la muestra precolombina y una pinacoteca de enorme interés.

Sin embargo, la actividad del MAAC ha disminuido y tiene la apariencia de que no recibe el mantenimiento adecuado. La falta de aire acondicionado no solo es desagradable para los visitantes, sino que podría afectar a las piezas que están en exhibición y, probablemente, a las de la reserva.

La ciudad necesita que su museo, junto a Las Peñas y frente al río, lugar de visita para los turistas y de cita cultural de sus habitantes, vuelva a ser el lugar técnicamente mantenido, antes de que el deterioro empiece a destruir el patrimonio. (O)