El bosque de Pacoche está ubicado hacia el sur de Manta –vía ruta del Spondylus–; comunidades cercanas a este están: El Aromo, Liguiqui, San Lorenzo, Las Piñas, Santa Rosa, Pile, Los Cruces, Pacoche, Santa Marianita, San Mateo, Río Cañas.
Tanto turistas nacionales como extranjeros palpan el atractivo turístico y probablemente han visto los monos aulladores que son unas de las tantas especies de la rica fauna, que corresponde a unas nativas y otras impuestas por el hombre, tales como mamíferos y aves: chivos, zorros hormigueros, perros del monte, y del agua; tigrillos; gatos monteses; iguanas de pecho rojo y de pecho verde; cuchuchos; venados de cola blanca; zorrillos; quinquiguas; pavas de monte; pacharacos; palomas santa cruz, sabaneras, ojos azules, frioleras, y castillas; pájaros chupaflores, carpinteros; loras guacarolas; gaviotas; alcatraces; piqueros sarapicos; gallinazos; gavilanes; halcones; serpientes matacaballo, equis, coral, tigra, montañera y otras más). Se pueden mencionar especies marinas porque el bosque Pacoche limita con el perfil costanero, y los insectos que quedan como curiosidad para estudiantes universitarios de Manta, Portoviejo, Jipijapa, que realizan estudios de investigación y desarrollo como tesis de grado, para sacar fotografías, documentales, etcétera. Volviendo a la flora, nos encontramos con especies nativas o impuestas, y tenemos laurel, mangle, guachapelí, totumo, guayacán, amarillo, caña guadúa, mococha o tagua, guayaba, mango, mate, higuerón, matapalo, sauce llorón, muyuyo, cojojo, palmito, roble, paja toquilla, lévano, seca, algarrobo, madero negro, mulato, colorado; patacón; perilla; palma de coco, etcétera.
En la parte costera se pesca camotillo, cabezudo, ravijunco, cerela, colorado, corvina, bonito, sierra, picudo gacho, dorado, pulpo, langosta, caracol barco, realojo, anguila, morena, cangrejo zambo, calamar, albacora, botella, morenillo, brilloso, pinchagua, pargo, guato, banderón, pez espada, tollo, tinto, rabón, gata (tintorera), pez martillo. También vale mencionar a las ballenas que van a aparearse entre junio hasta agosto de cada año.
En Manabí no solo existe el bosque de Pacoche, están también el de Cantagallo, Machalilla, el Páramo de Jipijapa, Colonche, y otros por el norte de la provincia, todos constituyen pulmones y vale la pena protegerlos de explotadores, cazadores, campesinos, que los destruyen, negocian, convierten en trofeo... El GAD de Guayaquil está creando reformas para la protección de los bosques que rodean a la ciudad. Manabí debería hacer lo mismo, incluyendo guardabosques para protección de los animales y plantas de los bosques, y programar actividades y control para ecoturismo.(O)
Rafael A. Zambrano Zambrano, ingeniero químico, Guayaquil