El clima de Sudamérica está azotando extensas zonas especialmente en Perú y Ecuador. La sociedad se encuentra perpleja frente a la furia de esta catástrofe climática en el hemisferio sur.

Hay expertos que se inclinan por llamarle a ese fenómeno El Niño, otros indican que no lo es. Dentro del verano de hemisferio sur, que acaba de terminar, se provocaron una gran sequía y temperaturas récord en Australia y al mismo tiempo un régimen de lluvias atípico y exagerado en Ecuador y Perú. A lo largo del último mes, Ecuador ha tenido la mayoría de sus ciudades principales anegadas. En Perú, 84 muertos, más de 100.000 casas dañadas, la población afectada asciende al millón de personas.

En Sudamérica continúan las lluvias, pero afortunadamente su característica apocalíptica ha disminuido. En este preciso instante se está formando una tormenta tropical en Australia, al norte de Queensland. Lo que todos nos preguntamos es si esta etapa lluviosa terminó o continuará.

El 21 de marzo de 2017 terminó el verano y comenzó el otoño del hemisferio sur, se conoce que el otoño es siempre una estación mucho más lluviosa que el verano, lo que no es un indicador muy halagüeño. Continúa una interminable formación de nubosidad en el Pacífico que viaja en dirección del continente y se vuelve lluvia. La menor cantidad de lluvias que se presentan en Ecuador con respecto a lo que ocurre en Perú radica en la presencia de las islas Galápagos, que generan un efecto de escudo protector.

Este otoño será especialmente recordado, pero aún no termina ya que se extiende hasta el 21 de junio, veremos qué sorpresas nos trae en los próximos días. No considero que estemos frente a un fenómeno de El Niño, considero que enfrentamos un cambio climático, la diferencia radica en que este cambio va a permanecer algunos años azotando el planeta.

Llevamos sufriendo los efectos de 17 años de un sol debilitado, hoy que estamos en un máximo solar, los índices de actividad en el sol corresponden a mínimos de otras épocas. Este debilitamiento solar también afecta su campo magnético que mantiene la energía solar dentro del astro rey. En estos últimos años se han formado, en la corona del Sol, grandes huecos que incluso han alcanzado el 40% de la cara visible hacia la Tierra. Menor campo magnético, mayor cantidad de energía se libera al espacio y la tierra es afectada por este incremento energético.

Las altas temperaturas en el Pacífico no son producto de El Niño sino de la gran cantidad de energía solar que el Sol está liberando y esto está provocando un cambio en los regímenes climáticos a lo largo de todo el planeta.

Esto me recuerda que el ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabius, el 13 de mayo de 2014, en una rueda de prensa que sostenía conjuntamente con John Kerry, secretario de Estado norteamericano, indicó: “Tenemos 500 días para evitar el caos climático”. ¿Tiene esto algo que ver con lo que estamos viviendo? (O)