Soy un lector constante por más de 40 años del diario de mayor circulación del país, EL UNIVERSO, porque estoy convencido de que es un diario que vela por los más caros intereses de su pueblo. He enviado por cuatro ocasiones cartas con diferentes temas, que a mi parecer eran de interés nacional, con un intervalo de no menos de seis meses cada una. En esta vez quiero topar el tema sobre el viacrucis que tienen que pasar los padres de familia cuando sus hijos van a graduarse de bachilleres.
En alguna ocasión uno llamado Pedro falsificó un título superior y ahora los platos rotos los estamos pagando todos, hasta los niños son sospechosos de haber falsificado su certificado de haber terminado la primaria, digo esto porque para graduarse de bachilleres les exigen matrículas y promociones desde primero a sexto grado; se requieren 72 horas para que le entreguen el documento que precisamente está archivado en el sistema; siendo que hace 25 años cuando las anotaciones eran en un libro y la escritura en una vieja máquina de escribir, se requería de 10 minutos con el pago de un sucre por la especie valorada (¿hemos tenido un retroceso con la tecnología actual?). Todo este problema, sin contar con los hijos de policías y militares que terminan la primaria hasta en cuatro provincias, tardando semanas y hasta meses para obtener dichas promociones que, por el tiempo y por el gasto que requieren, es difícil para la clase media, como lo somos nosotros; qué decir de nuestros compatriotas que sus hijos nacieron y estudiaron la primaria ya sea en Europa o en Estados Unidos. ¿Tendrán que viajar al exterior para traer las promociones?
Respeto mucho las decisiones de las autoridades, pero a mi parecer no merecemos este trato por nuestras autoridades; no sé qué opine usted amigo lector. (O)
Ramiro Mena Jiménez, La Maná, Cotopaxi