Vi la gráfica o foto en un periódico de Portoviejo de una construcción destruida por el terremoto; se observan los pilares inclinados hacia afuera sosteniendo un pedazo de la losa de un piso.

Se ve la unión de los pilares y de la losa y se puede deducir que no se habrían “emboquillado” los pilares, que consiste en fundirlos por lo menos 40 centímetros bajo el nivel de la losa; y para llegar a ese nivel se lo completa con un emboquillado (encofrado de madera), procediendo a fundir los 40 centímetros en todos los ejes de los pilares y posteriormente iniciar el encofrado de la losa y su armado, para que al fundirla quede monolíticamente adherida a los pilares. Lecciones de construcción, nos dio el terremoto del 16 de abril de 2016. (O)

Guillermo García Leones, ingeniero civil, Guayaquil