Sí, soy barcelonista de nacimiento y hasta la muerte, pero debo escribir en beneficio de nuestros rivales de barrio, Emelec. Hoy están ampliando su estadio, y según se ve, quedará con más capacidad; creo para 40.000 aficionados.
Esto es bueno para todos, en especial para los guayaquileños que recibimos un beneficio de comodidad en los espectáculos de fútbol. Hay una visión técnica de la ubicación del estadio que me ha hecho pensar que es indispensable tomar a la ciudad (léase Municipalidad de Guayaquil) para proteger a los usuarios del estadio, y es cerrar todas las calles que lo rodean General José de San Martín (calle 23-SE), Juan Pío Montúfar (av. 1A-SE), General José Gómez Valverde (calle 25-SE) y av. Quito (eje N-S). El estadio con su ampliación ocupará todas las aceras dando una estrechez a estas, que presentarán peligros en su uso; resulta no recomendable que circulen automotores por las tres primeras calles secundarias, y ser convertidas en peatonales y no causar ningún problema en la red vial urbana; en la av. Quito se cerraría solamente el carril próximo al estadio, y no causaría problema a la circulación vehicular ya que este tramo de la avenida sirve exclusivamente a los automotores que vienen en sentido este-oeste por la calle Portete; tráfico que tiene el carril izquierdo para circular hacia el norte. El estadio se convertiría en un ícono de la ciudad, como sucede con los grandes estadios del mundo que están protegidos por grandes aceras para los aficionados. Esta obra y los éxitos que ha tenido el Emelec han sido por un gran dirigente, Nasib Neme, a quien califico como el mejor en el equipo, por posicionar a su club en los mejores sitios; por lo que este “cinturón” o paseo que rodearía al estadio Capwell se podría llamar paseo Nasib Neme. (O)
Jorge A. Barros Sempértegui, Guayaquil