Luego de varios años de espera fui precalificado por el banco del Seguro Social para acceder a un préstamo hipotecario para poder comprar una casa.

Pero resulta que cuando uno encuentra la casa acorde a sus posibilidades y ubicación, los propietarios exigen una “promesa” de compraventa del inmueble.

Creo que en mi caso y en el de otros cientos de personas que están calificados para acceder al préstamo hipotecario no poseemos el 10, 20 o hasta el 50% de tal “promesa” para iniciar los trámites, ya que si en el proceso del trámite surge algún error o no se concreta la designación del préstamo, el afiliado pierde el dinero entregado al vendedor.

En algunos casos, las personas o empresas que ofrecen casas conocen de algún impedimento para concretar la asignación del préstamo y “salen ganando”, como se dice popularmente. Pero este tipo de “promesa” es legal, ya que ofrecen la entrega de los documentos solicitados por la institución antes de la firma de un documento elaborado por un abogado y hasta notarizado, con lo cual la persona que desea adquirir la vivienda tiene todas las de perder y no puede recuperar ese dinero que en algunas ocasiones son sus últimos recursos o lo tenía destinado para efectuar mejoras en el inmueble.

Se puede denunciar este tipo de “compromiso”. Si el afiliado conoce de antemano hasta cuánto puede solicitar, porque las personas que venden las viviendas no se flexibilizan y aceptan el pago total con el préstamo hipotecario. No es solo mi caso sino el de decenas de personas que con la famosa “promesa” tenemos dificultades para lograr comprar una casa para nuestras familias.

Espero que las autoridades tomen en cuenta esta denuncia para que así se puedan concretar muchos sueños de familias ansiosas por tener un hogar propio. (O)

Paúl Herrera Aldás, Guayaquil