François Gauthier*

Los atentados de París, de un salvajismo sin precedente en la reciente historia de Francia, han trastornado profundamente mi país. La violencia bárbara de los terroristas, su completa ausencia de humanidad crearon estupor y espanto. Pasado el impacto, el inmenso impulso que se manifiesta a través del mundo para condenar estos viles actos y solidarizarse con Francia, nos brindó un inmenso consuelo.

Ante todo, quisiera agradecer sinceramente a todos los que en el Ecuador han compartido nuestro dolor. Desde el presidente de la República, los miembros del Gobierno, los representantes elegidos y hasta los ciudadanos comunes, fueron muchos los ecuatorianos quienes manifestaron su apoyo. Su expresión de simpatía nos conmovió mucho, como lo comprobó el Sr. Jean-Pierre BEL, enviado personal del presidente de la República francesa que visitó el Ecuador la semana pasada. Nunca olvidaré esta fraternal solidaridad.

Pero, después del duelo y de la emoción debe llegar el momento de la acción. A todos nuestros amigos ecuatorianos, quiero decirles que Francia se compromete ahora en la lucha. La respuesta a los terroristas debe de ser implacable, global y digna de nuestros valores republicanos.

Las primeras medidas fueron adoptadas muy rápidamente. Un operativo impresionante en Saint-Denis permitió, pocos días después de los atentados, neutralizar varios responsables y cómplices de los asesinos. El estado de emergencia ha sido decretado, y será prolongado, permitiendo a la justicia y a la policía intervenir de forma eficaz. Con el fin de evitar nuevas agresiones, las fuerzas de seguridad serán dotadas de nuevos recursos. La seguridad del territorio debe ser restaurada.

El grupo terrorista Daech será destruido en Siria e Irak; y Francia se compromete a ello con toda la comunidad internacional. El Consejo de Seguridad de la ONU acaba de aprobar una resolución que hace un llamado para utilizar todas las medidas posibles para acabar con esta banda de criminales sin Dios ni ley. Daech es una amenaza para el mundo entero y debe ser eliminado.

Sin embargo, las respuestas militares no pueden ser las únicas en esta lucha. Soluciones políticas son indispensables en Siria para poner fin a la tragedia que viven las poblaciones y que alimenta el flujo continuo de refugiados. Todas las partes implicadas deben asumir responsabilidad para construir esas soluciones. Existen avances para un arreglo negociado en Siria.

En Francia y en Europa, es necesario un sobresalto ciudadano para la unidad y la determinación. Los terroristas quieren dividirnos, fomentar la xenofobia o los conflictos religiosos. Especulan también sobre las frustraciones sociales. Los franceses no caerán en esa trampa. “No son los ejércitos quienes ganan las guerras, son los pueblos”, escribió Régis Debray. Daech cometió un error fatal. El pueblo francés está preparado para esta batalla republicana por sus valores y su historia. No se dejará impresionar por el horror.

Como lo declaró el presidente Hollande ante el Parlamento: “El terrorismo no destruirá la República, es la República quien lo destruirá”.

Todo empieza hoy.

*Embajador de Francia en Ecuador. (O)

Soluciones políticas son indispensables en Siria para poner fin a la tragedia que viven las poblaciones y que alimenta el flujo continuo de refugiados. Todas las partes implicadas deben asumir responsabilidad para construir esas soluciones. Existen avances para un arreglo negociado en Siria.