Ya entendí clarito. La lucha contra las drogas ha fracasado no porque la plata de los grandes traficantes chorrea y todo lo corrompe. Tampoco porque a pesar de los anuncios que hace el Serrano sobre las capturas de los alijos, los narcos la siguen introduciendo. O porque la economía mundial colapsaría si se la legaliza. No. La lucha contra el narcotráfico ha fracasado porque el Consep estaba a cargo del procurador del Estado.

¡Ya, qué alivio haber entendido! Y es que el excelentísimo señor presidente de la República es bien didáctico y nos aclaró el panorama: “Antes esa lucha contra las drogas estaba a cargo de la Procuraduría. Era el procurador el que presidía el Consep y ahí estaban ministros. Y no es lo mismo que el procurador dé una orden a los ministros, que el presidente directamente se las dé”. Clarito está. El pobre procurador era un pintado en la pared al que nadie le hacía caso y por eso el tráfico de drogas crecía en lugar de bajar. En cambio, ahora va a bajar en lugar de crecer, porque el Consep se desconsepciará y estará en manos del excelentísimo señor presidente de la República. Y, como se sabe, con el excelentísimo nuay pendejadas.

Lo que él se propone, logra. Lo que él quiere, consigue. Lo que él piensa, se hace. En eso es igualito a Pecos Bill, porque con Pecos Bill tampoco hay pendejadas. ¿Se acuerdan de ese corrido mexicano que cuenta sus hazañas? ¿Nocierto que Pecos Bill es gemelo de nuestro excelentísimo, con la única diferencia de que él era vaquero y el nuestro es boy scout?

Verán: cuenta el canto que una vez hubo sequía en todo Texas y no llovía y no llovía (es que creo que de hacer caer la lluvia se encargaba el procurador de Aguas Calientes) y entonces Pecos Bill fue por lluvia y tanta trajo que el golfo de México formó. ¡Ay ay ay ayayay, golfito!

¡Pos ni modo! Nuestro boy scout también se va al Fondo Monetario a que le lluevan billetes y ¡verán cómo nos llueven! ¡Ay ay ay ayayay, Fondito!

Retevaliente era Pecos Bill. No había obstáculo que no derribara, barrera que no venciera, muro que no saltara. Una vez estaba perdido en el desierto y se moría de sed y el sol abrasador le abrasaba y cuando estaba agónico hizo un hoyo en el desierto/ y allí mismo el río Bravo construyó. ¡Ay ay ay ayayay, agüita!

¡Pos mire, usted, manito! Nuestro boy scout hizo un hoyo para las hidroeléctricas y con ellas pobló el desierto con cocinas de inducción. ¡Ay ay ay ayayay, chinitos!

Desde chamaquito, Pecos Bill era aguerrido y así templó su carácter indómito. No permitía que nadie le contradijera y el que le contradecía se podía estar yendo a la casa de Bertha. ¡Pónganle asunto a esto!: Desde chico fue un vaquero muy valiente/ a los siete años un búfalo mató/ y como eso lo entretuvo, lo tomó por pasatiempo/ y sin búfalos a Texas lo dejó. ¡Ay ay ay ayayay, bufalitos!

Pos vea, usted, manito, que a nuestro boy scout se le dio por la ecología y como eso le entretuvo/ lo tomó por pasatiempo y al país sin Yasuní dejó. ¡Ay ay ay ayayay, selvita!

Ojalá a nuestro excelentísimo también le hagan un precioso corrido cuando ¡pum, pum!, acabe con las drogas y con el procurador por inepto, y con los ministros por bestias y con los opositorespor idiotas y con todo mismo porque con el excelentísimo, manito, ¡nuay pendejadas! (O)