Mediante una carta en octubre del año 1988 escribí de la aparición de un islote en lugar cercano a La Puntilla, sobre el río y de un proceso de sedimentación. Paralelamente, se realizaban participaciones consecutivas de natación Durán-Guayaquil, y comprobamos que este hecho se iba extendiendo especialmente frente a la margen izquierda del río, en los sectores de Durán y Santay.

Era indispensable el pronunciamiento ciudadano y de organismos comprometidos en el asunto. Por siempre el río ha dado todo a los asentamientos humanos, urbanos; nuestra vida está relacionada con el río y su tránsito. Al menos, una actitud consecuente correspondía darse para no agredirlo con decisiones alejadas del buen juicio. Un río como un mar puede volver por su cauce natural. Téngase presente, en cuanto al fenómeno de El Niño, las características y consecuencias que puede traer; requiere respuestas, medidas sensatas que corresponde estudiar para entender el medio geográfico, la geografía urbana, la planificación y administración de los asentamientos humanos y prevenir riesgos. (O)

José A. Hidrovo,
Doctor, geógrafo, Guayaquil