La Fiscalía vinculó a un nuevo sospechoso dentro de la investigación del caso conocido como de la “narcovalija”, que consistió en el envío de cocaína líquida a Milán, utilizando la valija diplomática para enviar material promocional de la obra de teatro Ruga la tortuga. La droga estaba dentro de unos jarros de doble recubrimiento que, según declaraciones del fiscal, el 8 de mayo de este año, fue lo que impidió que los perros especializados que trabajan con la Policía la detectaran. En ese mismo acto se anunció que no existe ninguna vinculación con este caso de funcionarios de la Cancillería ecuatoriana y que la valija fue contaminada antes de llegar al Ministerio de Relaciones Exteriores. Sin embargo, el 4 de marzo de 2012, el canciller declaró en una rueda de prensa que el Ministerio había cumplido los controles internos previos a la revisión antinarcóticos.
Es bueno conocer que avanzan la investigaciones, que deben ser exhaustivas, y encontrar una explicación de por qué algo que llega de afuera, acogiéndose a la reforma del reglamento realizada dos meses antes, se incluye sin más en la valija que es oficial del Estado ecuatoriano; ¿eso era lo habitual?, ¿funcionaba así? Si la respuesta es positiva, por decir lo menos, entraña una negligencia inaceptable. Si no es así y, efectivamente, se realizaron los controles internos, ¿en qué momento?, ¿dónde se incluyó la droga en los jarros promocionales? Esperamos que se ahonde en las investigaciones hasta encontrar la respuesta. (O)