Muchos toman el término maestro como sinónimo y exclusivo de docente, profesor. Existe el profesor que en la mayoría de los casos simplemente transmite conocimientos, y existe el verdadero maestro en educación, quien además de conocimientos, guía, forma, prodiga cariño, valores, cuidado, ciencia, cosas buenas, estimula el espíritu crítico.

Entre los verdaderos valores en educación que hemos tenido, se destacan maestros de verdad, multifacéticos, maestros por convicción, profesión y vocación, obedientes al llamado de su alma para ser útiles a los demás, educar con el ejemplo a los alumnos. El Ministerio de Educación puede denominar entidades educativa con los nombre de insignes educadores y hacerles justicia a distinguidos maestros. Se designan entidades educativas con los nombres de personas ajenas a la educación, que ni enseñaron; o peor, educaron por “compromisos”, a pesar de haber disposiciones legales; cambien esas nominaciones. Un nombre de maestro especial, para mí, es el del maestro Cruz. Los educadores de verdad tienen derecho a ser reconocidos. (O)

Raúl Aguirre Salamea,
Doctor, Guayaquil