Rebeca Gryspan

Entre el 8 y 9 de diciembre del 2014 se lleva a cabo en Veracruz, México, la XXIV Cumbre Iberoamericana, bajo el lema Iberoamérica en el siglo XXI: Educación, innovación y cultura.

Esta cumbre representa, de manera muy destacada, la vigencia de la apuesta que todos los países han hecho por renovar y fortalecer el espacio Iberoamericano a lo largo de estos últimos veinticinco años.

Un espacio que es expresión de la riquísima realidad iberoamericana forjada por siglos de historia, migraciones, cultura, valores y lenguas compartidas. Sin embargo, la compleja realidad del siglo XXI nos plantea nuevos retos que tenemos que afrontar con prontitud, determinación y visión de conjunto.

Latinoamérica es hoy una región muy distinta a 1991. Desde entonces ha cuadruplicado su Producto Interno Bruto, sacó de la pobreza a 60 millones de ciudadanos, siendo el único continente que disminuyó la desigualdad y expandió en más de 50 por ciento su clase media. Es hoy una región que quiere una relación más horizontal y simétrica con los países ibéricos que refleje una realidad que reconoce la pluralidad de sus actores y se nutre del intercambio y aprendizaje mutuos.

El mapa de las organizaciones regionales también ha cambiado. Si bien en 1991 la Cumbre Iberoamericana era el único espacio en el que se reunían todos los presidentes iberoamericanos y latinoamericanos, hoy en día existe una multiplicidad de instancias regionales con nivel de representación presidencial. Esta nueva y compleja realidad exige un esfuerzo de todos por buscar las complementariedades y la especificidad y aporte de cada quien. La Conferencia Iberoamericana y su Secretaría deben sumar y no restar, complementar y no competir. Deben dedicarse a aquello que une y no a aquello que divide, para así contribuir a un desarrollo más equitativo y sustentable.

A pesar de los avances, combatir la pobreza y el hambre, la desigualdad y la discriminación sigue siendo la tarea urgente que tiene ante sí toda la región Iberoamericana, con una especial preocupación por aumentar el trabajo decente, las oportunidades de los jóvenes, la equidad de género, y el pleno respeto a los derechos de los pueblos indígenas y afrodescendientes.

La Cumbre de Veracruz trabajará con determinación para hacer la visión que los jefes y jefas de Estado y de Gobierno de Iberoamérica me han transmitido en el transcurso de mi recorrido por los países de la región; para afrontar los desafíos que esta nueva realidad nos presenta, debemos apostar por la renovación y por un modelo de desarrollo basado en puesta en valor de todos nuestros recursos, humanos y naturales, y en la inversión en nuestra gente, para posibilitar el tránsito hacia sociedades basadas en el conocimiento.

Este camino se creará a través de la educación, la cultura y la innovación. Temas centrales de esta cumbre.

Quisiera subrayar el importante papel que tiene la cultura. Además de su enorme valor intrínseco, la cultura es también importante en el desarrollo económico y por ello debemos visibilizar su aporte para que no se siga considerando como un bien suntuario.

Por último, la Cumbre de Veracruz hará una apuesta decidida por la juventud iberoamericana, una juventud que representa el 25% de su población y que cree firmemente en Iberoamérica. Trabajaremos para lograr poner en marcha un Programa Iberoamericano de Juventud y el programa de movilidad académica que haga posible la movilidad de estudiantes, profesores e investigadores en la región iberoamericana. Queremos apoyar la movilidad de talento, y ampliar las oportunidades de prácticas laborales y de entrenamiento en las empresas del espacio iberoamericano que permitan una mejor inserción laboral de nuestros jóvenes a los que no podemos defraudar en sus aspiraciones.

Por último, como parte de la renovación debemos coordinarnos también dentro de la familia de organizaciones Iberoamericana en una mayor integración estratégica con la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, la Organización Iberoamericana de Seguridad Social, la Organización Iberoamericana de Juventud y la Conferencia de Ministros de Justicia. Ningún esfuerzo será demasiado para que podamos racionalizar y potenciar nuestro trabajo y que esto se traduzca en una administración más eficaz y estratégica que haga primar lo sustantivo de las metas por encima de las burocracias institucionales.

Estoy plenamente convencida de que la XXIV Cumbre Iberoamericana de Veracruz representa la apuesta por un espacio iberoamericano fortalecido, dinámico y renovado para el siglo XXI, desde el cual impulsaremos iniciativas concretas en educación, innovación y cultura como base del futuro que nuestra región demanda. (O)

A pesar de los avances, combatir la pobreza y el hambre, la desigualdad y la discriminación sigue siendo la tarea urgente que tiene ante sí toda la región Iberoamericana, con una especial preocupación por aumentar el trabajo decente, las oportunidades de los jóvenes...

*Secretaria General Iberoamericana.

Fue elegida por unanimidad en la reunión extraordinaria de Ministros de Relaciones Exteriores de los 22 países iberoamericanos, celebrada en febrero del 2014 en México DF.