Opinión internacional
Por Bjorn Lomborg
La entrega del informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU se publicó este 31 de marzo. La respuesta de los medios de comunicación, inevitablemente, ronda casi exclusivamente en torno a los efectos negativos del calentamiento global, cómo reducirá los rendimientos agrícolas o aumentará las olas de calor. Estas historias serán correctas, aunque solo en un sentido limitado de la palabra. Así es que, antes de leerlas, posiblemente valga la pena volver un paso atrás y reconocer que solo proporcionan una versión parcial de toda la historia sobre el calentamiento global.
Se nos dice que podemos esperar más olas de calor, y eso es absolutamente cierto ya que las temperaturas subirán. Pero es solo un lado de la historia. Al aumentar la temperatura, también habrá menos olas de frío y, por tanto, un menor número de personas que morirán a causa del frío. Dado que en casi todas las regiones del planeta el frío mata a muchas más personas que el calor, es probable que en general menos personas mueran a causa de las temperaturas. Un estudio sugiere que en el 2050 habrá casi 400.000 más muertes relacionadas con el calor al año, pero casi 1,8 millones menos de muertes relacionadas con el frío. Las temperaturas más cálidas salvarán 1,4 millones de vidas cada año, y la tendencia se mantendrá, al menos, hasta el año 2200.
Una conversación unilateral deja a todos menos informados. Los economistas han tratado de contrarrestar esto al mirar todos los impactos del calentamiento global, tanto los aspectos negativos como todos los aspectos positivos. Por ejemplo, más calor puede dañar el crecimiento de cultivos en muchos climas más cálidos, pero mejorará la producción agrícola en los países fríos y probablemente abrirá más áreas para el doble cultivo. Más aún, el CO2 es en realidad un fertilizante –los invernaderos comerciales bombean CO2 adicional para cultivar tomates más grandes. Así que, en general, podemos esperar que la agricultura se beneficie por el calentamiento global en el corto y mediano plazo. Cuando los economistas miran todas las áreas ven un beneficio neto total del calentamiento hacia el 2075.
Pero, finalmente, el calentamiento global se volverá negativo, y es por eso que aún tenemos que actuar para solucionarlo. La mejor solución es redoblar drásticamente los fondos para investigación y desarrollo de tecnología verde eficaz. Hoy en día, las energías renovables –solar y eólica– no satisfacen estos requerimientos. A pesar de más de veinte años de subsidios gubernamentales, estas dos fuentes producen el 0,3% de energía a partir del viento y apenas 0,04% a partir del Sol. También se mantienen increíblemente caras y poco confiables. Si podemos desarrollar tecnologías que proporcionen energía verde de forma más barata que los combustibles fósiles, todos las adoptarán.
Por último, gran cantidad de información se centra en el efecto negativo del calentamiento global sobre la gente pobre de las comunidades del tercer mundo. Esto es cierto, el calentamiento hará daño en primer lugar y en mayor medida a los pobres en los países cálidos. Pero la lección política a menudo se revierte. Estas historias fomentan la idea de que debemos ayudar a las naciones en desarrollo, por ejemplo, a instalar enormes paneles solares ineficientes. En realidad, los beneficios de este tipo de acciones son insignificantes. Hay maneras mucho más eficientes de dedicar recursos, y estas comunidades tienen preocupaciones mucho más grandes e inmediatas que el cambio climático de largo plazo.
La enfermedad es una de las preocupaciones más prevalentes. Aproximadamente 137 millones de personas viven en zonas de riesgo de malaria en las Américas. Las estaciones lluviosas proporcionan caldos de cultivo ideales para los mosquitos. Mientras tanto, muchos barrios pobres carecen de servicios de saneamiento o alcantarillado básicos, lo que obliga a los lugareños a cavar letrinas. Los residuos se desbordan. Muchos adultos tienen alguna infección de largo plazo que tiende a repetirse. Quizá lo peor de todo, tienen poco dinero o un acceso deficiente a una atención médica adecuada.
Enfermedades como la malaria frecuentemente se instalan en el debate sobre el calentamiento global al afirmar que una temperatura más alta podría causar más malaria ya que el hábitat del mosquito se extiende. A menudo no nos damos cuenta de que la malaria está débilmente relacionada con la temperatura, pero fuertemente relacionada con la pobreza. Ha aumentado en muchos países durante los últimos 20 años, no a causa del calentamiento global, sino por una respuesta médica deficiente. Podríamos hacer un mejor uso de los fondos y ayudar a más personas en estas regiones, invirtiendo dinero en la asistencia sanitaria más que en la reducción del carbono.
Una investigación encargada por el Copenhagen Consensus Center muestra que gastar $ 3 mil millones al año en mosquiteros, aerosoles de DDT ambientalmente seguros para interiores y subsidios para nuevas terapias combinadas eficaces podría reducir a la mitad el número de personas infectadas con malaria a nivel mundial en un lapso de una década. Con el dinero que se necesita para salvar una vida de la malaria mediante la reducción de carbono se podrían salvar 78.000 vidas mediante políticas más inteligentes contra la enfermedad.
Entonces, sí, el calentamiento global es un problema importante, pero el riesgo es que una vez más se nos presente un mensaje unilateral ineficaz. Esto no ayuda. Tenemos que abordar el calentamiento global inteligentemente, pero tenemos que asegurarnos también de que nos acordamos de ayudar allí donde es realmente importante.
(*) Autor de los best sellers El ecologista escéptico y Cool It, director del Centro para el Consenso de Copenhague y profesor adjunto de la Escuela de Negocios de Copenhague.
Se nos dice que podemos esperar más olas de calor, y eso es absolutamente cierto ya que las temperaturas subirán. Pero es solo un lado de la historia.