El Estado es constitucional con derechos y justicia social, democrático, soberano, independiente, su soberanía radica en el pueblo; los recursos naturales no renovables pertenecen a su patrimonio inalienable, irrenunciable, imprescriptible.

Las personas, comunidades y pueblos gozarán de los derechos garantizados en la Constitución y en los instrumentos internacionales, y se podrán ejercer y exigir ante autoridades competentes para su cumplimiento. Entre los derechos del buen vivir constitucionalmente tenemos: agua y alimentación, ambiente sano, comunicación e información, cultura y ciencia, educación, vivienda, salud y trabajo y seguridad social. Para disfrutar de todos los derechos del buen vivir es necesario que las personas tengan trabajo, que es la fuente de realización personal y base de la economía y producción de una nación (artículo 33 de la Constitución). El Estado garantizará a las personas trabajadoras el pleno respeto a su dignidad, una vida decorosa, remuneraciones y retribuciones justas y el desempeño de un trabajo saludable y libremente escogido o aceptado. Por lo que constitucionalmente se establece que los objetivos del buen vivir son: auspiciar la igualdad, mejorar la capacidad de la población, la calidad de vida de la población; garantizar los derechos de la naturaleza, la soberanía nacional, el trabajo estable, la vigencia de los derechos y la justicia; y consolidar la transformación del Estado para el buen vivir. Reflexión: para disfrutar los derechos del buen vivir es necesario el trabajo en un país.

Ángel Calderón Mayorga,

economista, Guayaquil