Opinión internacional
Al hablar sobre el valor de la mano de obra en China, usualmente se da por sentado que es muy barata. Esa presunción sigue siendo en general cierta, dependiendo de los países que se comparen. Pero más cierto es el escenario de una China con una mano de obra que se vende por valores que se incrementan todos los años y que despierta muchas intrigas y elucubraciones acerca del eventual fin del atributo más conocido, sin ser necesariamente el más relevante, sobre la competitividad de sus manufacturas. Esto es su ventaja comparativa en precios por provenir de una mano de obra barata.
Es natural que el desarrollo económico de un país traiga consigo mejoras en el nivel de vida de sus habitantes y por lo tanto un aumento del valor de su mano de obra. En función del desarrollo económico propio de cada ciudad y provincia, la inflación local, el valor de la vivienda, entre otros factores, el salario mensual mínimo para los trabajadores en China varía a lo largo del país. Como podría esperarse, es mayor en las ciudades y provincias económicamente más desarrolladas. Los siguientes son algunos datos del Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social de China en relación al último ajuste al salario mínimo de los trabajadores en régimen de tiempo completo. Algunos de los ajustes se implementaron desde al año pasado y otros a partir de este año. En Pekín, capital del país, el salario mínimo pasó de 1.260 yuanes ($ 205) a 1.400 yuanes ($ 228); en Shanghái, de 1.450 yuanes ($ 236) a 1.620 yuanes ($ 263); en Guangzhou, capital de la provincia de Guangdong, pasó de 1.300 yuanes ($ 211) a 1.550 yuanes ($ 252); en Taiyuan, capital de la provincia de Shanxi cuyo desarrollo económico está por debajo del promedio nacional, subió de 980 yuanes ($ 159) a 1.125 yuanes ($ 183); en la provincia de Gangsu, una de las menos desarrolladas, aumentó de 670 yuanes ($ 109) a 900 yuanes ($ 146). Las equivalencias en dólares son cálculos del autor del artículo. El régimen de trabajo a tiempo completo para el cual surten efecto las cifras anteriores se aplica a una semana laboral no mayor a 44 horas. Por sobre eso tendría que pagarse sobretiempos.
Es discutible la presunción de que el fin de mano de obra barata esté próximo en China pues hay una enorme cantidad de población de bajos ingresos que puede ser ocupada. De hecho ya viene ocurriendo que hay fábricas que se están moviendo hacia zonas menos desarrolladas del interior del país en busca de mano de obra más barata. Pero aún si la oferta de mano de obra barata tuviera poco tiempo de vida, no es únicamente ese atributo lo que hace competitivas las manufacturas chinas. El país está dotado de una infraestructura integral propicia para producir de todo a gran escala. Hay ciudades que se especializan en producir zapatos, medias nailon, hornos de microondas, celulares, grifería, calculadoras, motos, etcétera. Y todos los componentes usados para manufacturar o producir esos artículos o artefactos están al alcance de los fabricantes o ensambladores y representan en sí mismos industrias completas, interdependientes, que dan muestra de una especializada división del trabajo. China posee muy buenas infraestructuras vial y ferroviaria que permiten la movilización de personas y carga en todas direcciones. Los servicios básicos de provisión de energía eléctrica, agua, gas, telecomunicaciones, etcétera, son buenos y salvo por el caso de ciertos periodos del año en el cual hay un racionamiento eléctrico planificado y focalizado, el resto de servicios no son nunca interrumpidos.
Cierto es que varios países tienen un mercado laboral más barato, con valores que pueden ser la mitad o menos de lo que existe en China, por ejemplo Pakistán, Vietnam, Bangladés, entre otros, pero esos países no tienen la infraestructura integral con la que China cuenta. Es conocido que cierto número de empresas multinacionales y también chinas, se han movido a algunos países donde la mano de obra es más barata. Pero algunas encuentran que hay otros factores en los cuales China sigue llevando la ventaja indiscutiblemente.
China sigue y seguirá manteniendo una posición predominante a nivel mundial en la manufactura de artículos y productos para los cuales se necesita una mano de obra intensiva y cuyo componente tecnológico no es, en general, elevado. Mientras más alto el grado de ingeniería, tecnología y capital incorporado en la manufactura, menor es la competitividad de China en el entorno mundial. Sin embargo el país se esfuerza en aumentar el grado tecnológico de su industria manufacturera y desarrollar nuevas tecnologías para aumentar su posicionamiento mundial.