Una pareja de mediana edad se fue de paseo a la playa este lunes 9 de agosto, último día de feriado, y cuando regresó a su casa, a las 18:30, descubrió que le habían robado todo. Ocurrió en Samanes 2. Los dueños al retornar se encontraron con la chapa dañada y cuando entraron, vieron el panel del televisor de la sala y las pertenencias revueltas por toda la casa.
Parece que usaron una pata de cabra o una bella (llave) para abrir la puerta en cuestión de segundos, explicó el afectado ayer mientras revisaba el contenido de las ocho cámaras de seguridad.
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Eran tres delincuentes: dos hombres y una mujer que quedaron grabados. Se llevaron cuatro televisores, dos microondas, una tostadora, una computadora, dinero, relojes y vaciaron los clósets de la vivienda de dos pisos.
El dueño de la casa cuenta que hace 18 meses ya se metieron a robar y se le llevaron televisores y una colección de relojes.
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Él presume que sería la misma banda, pero esta vez también se llevaron la ropa de todos. Lo robado ascendería a unos 20.000 dólares.
“Han tomado las sobrecamas con almohadas y todo. Ahí metieron la ropa, hasta mis zapatos se me llevaron”, explica la esposa del denunciante.
El perjudicado tiene la esperanza de que la banda sea detenida, aunque está seguro de que pasaría poco tiempo en la cárcel.
“Roban sabiendo que son grabados, no les importa nada porque en los tribunales los dejan libres, están tan confiados. Yo solo quisiera patearlos”, manifestó el hombre, indignado, pues nuevamente debe comprar televisores para su casa.
El afectado entregó las grabaciones a la Policía Judicial. En las cintas se ve cómo los ladrones llegan en un auto Aveo plomo y luego un Tucson blanco, con placa de Azuay, y se llevan las cosas. Los delincuentes hacen dos viajes. Se llevan parte de lo robado y regresan a los 30 minutos por más pertenencias. Los delincuentes se habían cambiado de ropa.
Otra familia fue sorprendida por delincuentes cerca de ahí. Ocurrió en la cooperativa Carlos Magno, en el sector de la Juan Montalvo. Varias jóvenes que el domingo estaban en el portal de su casa conversando fueron amenazadas por tres delincuentes armados que las apuntaron para que les entregaran los celulares.
Las mujeres vieron llegar a los ladrones en un auto blanco y lanzaron los teléfonos al cerramiento de la vecina. Otra salió corriendo.
La familia cuenta que los delincuentes les rastrillaron el arma, pero finalmente se fueron dejándolas ilesas. (I)