Una agente penitenciaria, de 30 años de edad, fue detenida este domingo cuando intentaba ingresar a la Penitenciaría del Litoral una serie de objetos prohibidos.

El general Fausto Buenaño, comandante de Policía de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), informó que la guía pasó el primer filtro, que está controlado por las Fuerzas Armadas, y que en el segundo filtro, al sentarse en la silla de cavidad electrónica, se detectó que tenía un paquete en las piernas.

En una pequeña bolsa negra tenía 222 gramos de cocaína en cuatro envolturas, dos miras y demás accesorios de armas de fuego, detalló la Policía, que los trasladó al Cuartel Modelo.

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Buenaño informó que, después de haber pasado algún tiempo en mantenimiento, nuevamente empezó a funcionar la silla de cavidad electrónica. El coronel pidió que se implementen los rayos X y escáneres en todas las cárceles del país para detectar el ingreso de objetos prohibidos.

La detenida fue puesta a órdenes de la Fiscalía. Este lunes se espera la audiencia de flagrancia por el delito de ingreso de artículos prohibidos, establecido en el artículo 275, inciso 2, del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que se sanciona con pena privativa de libertad de uno a tres años.

En las últimas semanas se han descubierto arsenales ya embalados para ser ingresados a la cárcel.

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El 12 de julio un hombre fue detenido en el perímetro de la Penitenciaría con un paquete que contenía dos fusiles, tres pistolas, cuatro granadas y más de 300 municiones.

El cargamento de armas y municiones estaba listo para ingresar a la cárcel por una malla trasera del complejo carcelario.

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Tres semanas después se descubrió una cargamento similar en Durán que, según investigaciones, también iba a ser ingresado a la cárcel de Guayaquil.

El 24 de agosto en un operativo en la misma cárcel se descubrió un fusil, varias armas de fuego cortas y armas blancas, municiones, droga, teléfonos celulares, un módem y dinero se hallaron luego de la perforación de bases metálicas y techo.

Los policías incluso debieron romper los pilares para alcanzar la droga. (I)