“¡Que no se cierre el dispensario!”, el pedido de pacientes que se atienden por años en centro médico de parroquia

“¡Que no se cierre el dispensario!”, repitió un grupo de pacientes que se concentraron en los exteriores del centro médico Eliécer Fiallos, situado junto a la parroquia El Sagrario, en el centro de Guayaquil.

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Durante la tarde de este lunes 31 de octubre, en la calle 10 de Agosto y Chimborazo, afuera del centro de salud, los pacientes manifestaron su incertidumbre y lamento por el anuncio del cese de funciones de este dispensario hasta este mes.

Este centro, ubicado junto a la parroquia El Sagrario, funciona desde hace 60 años a través de un convenio entre un grupo de galenos y la parroquia.

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Luis Ojeda, quien se atiende en cardiología desde hace cuatro años, manifestó que los costos económicos y la ubicación del dispensario en la zona céntrica es idónea para muchos usuarios.

Además, resaltó que allí se encuentra un ambiente de comodidad y amabilidad por parte de los profesionales de salud. “No tenemos a dónde más acudir, hay otros centros, pero ninguno como este del Sagrario”, dijo el paciente, que llega del norte.

Antonia, otra paciente que sufre de diabetes, suplicó al párroco de la iglesia que se evite el cierre del centro, puesto que ella y su esposo, de 83 años, mantienen cercanía con ese centro desde hace casi cinco décadas para revisar enfermedades que padecen (diabetes y venas varicosas, respectivamente).

“Necesita la comunidad el servicio de este centro de salud, muchas personas venimos del norte y sur y no tenemos dónde ir porque es cómodo y económico”, dijo.

La mujer, de 71 años, mencionó que ella no está asegurada a través de algún seguro privado o público y en caso de darse el cierre del centro médico no tendrían otra opción por su situación económica. Ella, por ejemplo, pagaba $ 8 la consulta.

“Les pido de favor poner en las manos de Dios y suplicarle al señor párroco que no cierre, la comunidad necesita este servicio de salud, porque no tenemos dónde ir”, dijo.

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Reynaldo Olives, otro usuario, comentó que él se ha atendido desde hace cuatro décadas, aproximadamente, por varias dolencias. “Ha sido una atención de calidad, excelente personal médico que no atienden por lucro y lo hacen por una ayuda desinteresada y servicio a la comunidad más pobre y necesitada”.

Él hizo un llamado a los directivos eclesiásticos y autoridades nacionales para que se trate de mantener la gestión del centro de salud y expuso su disposición, al igual que el resto de pacientes, por encontrar alternativas para solventar de ser necesarios asuntos económicos que impliquen continuar el servicio. (I)