“Primero pidieron comida para llevar. Quince minutos después regresaron, pero esta vez para matarla”, fue el relato de un testigo del crimen registrado en la parroquia El Retiro, en Machala.
Elsa Verónica Morán Lima, de 44 años, fue asesinada la noche de este lunes, 20 de octubre, dentro de su propio negocio de venta de comida.
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Los disparos alarmaron a los vecinos del barrio. El cuerpo de la fémina cayó entre las mesas del pequeño local donde atendía a sus clientes.
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Según los reportes policiales, el ataque ocurrió cerca de las 19:40, cuando dos sujetos en moto llegaron hasta el lugar, en la avenida Harry Álvarez y calle 3 de Julio.
Testigos indicaron que los hombres, vestidos de negro y con cascos, habían pasado minutos antes a comprar un pedido. Sin levantar sospechas, se marcharon y regresaron cuando ella servía el siguiente plato.
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En ese momento, el acompañante descendió de la moto, sacó un arma y disparó tres veces contra la mujer. Las balas impactaron en el tórax y abdomen, causándole la muerte de manera inmediata.
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Los asesinos escaparon a toda velocidad en dirección al sector El Recreo, mientras los presentes llamaban a pedir ayuda al ECU911.
Personal de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida (Dinased) y de Criminalística acudieron al sitio para el levantamiento del cuerpo y la recolección de evidencias.
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En la escena se hallaron tres vainas percutidas calibre 9 milímetros, indicio del arma usada en el ataque. El cuerpo fue trasladado al centro forense de Machala para la autopsia de ley.
Un familiar de la mujer recordó que, meses atrás, un hombre había llegado a pedirle dinero a su madre “por seguridad”, lo que hace pensar que el crimen estaría relacionado con extorsiones conocidas como “vacunas”.
Esta hipótesis fue tomada por los agentes, quienes según un extracto policial, respondería a una disputa entre grupos delictivos que buscan controlar el cobro de estas extorsiones en la zona rural de Machala.
Moradores del sector aseguraron que la parroquia El Retiro, antes tranquila, se ha convertido en escenario de amenazas y cobros ilegales a comerciantes.
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“Aquí ya nadie duerme tranquilo, todos tienen miedo de abrir sus negocios”, comentó un vecino que prefirió no dar su nombre por temor a represalias. (I)
