Locales ubicados en el centro de Guayaquil continúan siendo blanco de presuntos extorsionadores, que colocan explosivos en las fachadas de negocios para generar temor en los comerciantes.
“Hay como ocho neumáticos que se dañaron por la explosión; menos mal que no se quemaron y no hubo un incendio”, dijo el encargado de un local de llantas y aros de vehículos situado en la calle Ayacucho, entre la avenida Quito y Machala, en el centro de Guayaquil.
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La madrugada de este martes, 27 de mayo, unos sujetos lanzaron un artefacto explosivo en este establecimiento, dejando daños materiales en la mercadería y la fachada.
El comerciante contó que la detonación fue tan fuerte que un transformador eléctrico detonó, dejando sin el servicio eléctrico a la cuadra.
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Además de eso, detalló que para recuperar las llantas afectadas tendría que gastar cerca de $ 2.500. “Esto sin contar las cerraduras, la puerta y otras cosas que se perdieron”, sostuvo el encargado del negocio.
Él relató que tiene más de tres años trabajando en ese sector y “nunca ha recibido amenazas o panfletos extorsivos”.
Esta mañana, las veredas del local estaban llenas de rejas dañadas que dejó la explosión.
Según habitantes de un condominio de la zona, el estruendo logró remecer el edificio. Los testigos inmediatamente llamaron al dueño del local, quien llegó cerca de las 02:00 para evaluar los daños y llamar a la Policía.
Este Diario se acercó al lugar de los hechos a conversar con los afectados. Hasta las 10:30, los comerciantes aseguraron que la Policía no se había acercado al punto a tomar el procedimiento.
Uno de los trabajadores contó que el dueño del negocio fue por sus propios medios a realizar la denuncia.
Un hecho similar ocurrió en otro negocio de accesorios automotores, ubicado en las calles Cuenca y la Décima, en el suroeste de la urbe.
El ataque también sucedió en horas de la madrugada de este martes y dejó daños materiales en la acera.
En el piso, cuando eran las 09:00, se pudo evidenciar el hueco ocasionado por la explosión. También dos letreros se cayeron por la fuerza de la detonación, dijo un trabajador del establecimiento.
En el sitio, los propietarios se negaron a dar detalles; sin embargo, en el lugar se pudo observar a servidores policiales dialogando con los dueños del local para iniciar una investigación de las causas. (I)