Amarrado de manos, pies y boca apareció el cuerpo sin vida de Luis Ibáñez, un taxista que había sido reportado como desaparecido desde el 5 de julio.
La última vez que fue visto transitaba por el sur de la capital, en el sector de La Argelia. Ante su desconexión de llamadas y mensajes, empezó su búsqueda.
Los boletines de búsqueda y campañas de difusión se activaron entre conocidos, compañeros, amigos y familiares del ciudadano desaparecido, se presumía de un presunto secuestro extorsivo, aunque mantenían la fe de recuperar al hombre con vida.
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Esos esfuerzos terminaron en un final trágico. En un terreno baldío ubicado en el cantón Mejía, en el suroriente de Quito, entre hierba y lodo lo encontraron sin vida. Las prendas de vestir estaban recogidas en el inicio de las extremidades, el cuerpo estaba en la intemperie, portando su ropa interior.
Se desconoce la ubicación del vehículo y si robaron dinero de sus cuentas. El caso se mantiene en investigación.
Desde el gremio del taxismo mostraron su rechazo ante la inseguridad a la que se han visto expuestos últimamente.
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Varios asaltos e intentos de secuestro han sido denunciados durante las últimas semanas. (I)
