El dolor en la familia de Maribel Castillo Quispe, la enfermera asesinada en el norte de Cuenca, es fuerte por dos razones fundamentales: la cruel manera del crimen y por lo que consideran una falta de acción de las autoridades.
La mañana de este domingo 26 de febrero se realizó el velatorio de los restos de la mujer.
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La presión social y de la familia frente al homicidio hizo que las autoridades, como nunca antes ha pasado, den una rueda de prensa el sábado por la noche.
Ahí se proporcionó información general. Se indicó que el proceso está en investigación reservada, que el resultado de la autopsia determinó que la muerte fue producida por asfixia por estrangulación.
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Hasta el momento no hay detenidos, señaló el fiscal de Azuay Leonardo Amoroso.
La familia, por su parte, estuvo incómoda por estas declaraciones, pero prefirió no hablar la mañana de este domingo para concentrarse en darle una digna sepultura a Maribel.
La velación se cumplió en un lugar privado y el entierro está previsto para las 15:00 de hoy.
Pero sí adelantaron que este lunes hablarán para refutar lo que dijeron las autoridades, porque consideran que no están diciendo toda la verdad.
Los allegados tienen a un sospechoso que lo identificaron como Johan C., quien fue el último que la vio con vida a la 01:30 del Miércoles de Ceniza cuando la acompañó supuestamente a coger un taxi, pero esto nunca ocurrió, según comentaron.
Algo que la tarde del sábado cuestionó Ángel Vera, cuñado de la hoy occisa, fue que “si él era el último que la vio con vida, por qué no lo detuvieron para las investigaciones”, pues hasta el mediodía de este domingo se desconocía su paradero.
Sobre este sujeto, el fiscal declaró que en las versiones que rindió se mantuvo en que ella subió al taxi.
Sobre la información emitida por el jefe distrital de Policía, William Egas, de que Maribel fue golpeada en el cráneo con una piedra, el fiscal Amoroso aseguró que esto ocurrió después de la muerte.
En cuanto a las causas del crimen aún no hay una hipótesis certera.
Sobre el dato de que la parte inferior del cuerpo estaba sin ropa no hubo nuevos detalles por parte de las autoridades.
El cuerpo de la enfermera fue hallado por la Policía Nacional dentro de una casa abandonada localizada en la ciudadela Los Pinos, dentro del barrio Las Orquídeas, en el norte de la ciudad.
No estaba en las habitaciones sino en un pasaje lleno de maleza, ropa y piedras de gran tamaño.
Esto revelaron los primeros informes tras hallazgo del cadáver de Maribel Castillo en Cuenca
Dayana Martínez, hija de la enfermera, relató que cuando llamó el miércoles al ECU911 le dijeron que debía esperar entre 48 y 72 horas para iniciar el procedimiento en la oficina provincial de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro de la Policía Nacional (Dinased).
También le pidieron que esperara, dijo, porque la agente asignada estaba con otro caso. (I)