Un vehículo rojo sigue estacionado con múltiples impactos de bala en el garaje de una vivienda de dos pisos donde se dio el crimen de tres miembros de la familia Vega.

Así se evidencia en una calle de tierra del bloque 5 de Flor de Bastión, zona popular que forma parte del distrito policial Nueva Prosperina, la zona más compleja por los niveles de violencia de la denominada Zona 8.

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La vivienda de la familia Vega permanece con dos carteles con mensajes bíblicos, candados sin ninguna persona presente, apenas un perrito quedó dentro del garaje sobre una silla y parecería que agoniza sin que nadie se haga cargo de su alimentación. La escena es desoladora.

En la zona hay un silencio que invade la escena y se interrumpe por instantes por el paso raduo de motocicletas, entre esos un panadero que llega a entregar su producción en casas habitadas. Aquello se mezcla también con el ladrido de perros que transitan en las calles.

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En el callejón de tierra, la madrugada del jueves anterior, antisociales vestidos como policías incursionaron a la vivienda de la familia Vega. Ahí atacaron a un hombre, de 57 años, su esposa, de 50, y una hija, de 22. Solo sobrevivió un menor de un año y medio.

Los cuerpos fueron llevados a Balzar, de donde era originaria la familia. Ayer, los vecinos salieron en bus para allá y acompañar el velorio.

En el vecindario, este viernes, sus vecinos se sienten consternados por su trágica partida. Dos motos de policías acompañan el resguardo este viernes, entre ellos reconocen la peligrosidad de la zona. Ellos trataron de rescatar al can, pero huyó del predio por el miedo.

Vivienda en Flor de Bastión donde fue asesinada una familia. Foto: Francisco Verni Peralta

Una vecina, Juana, expuso que la familia Vega tenía al menos 30 años habitando el sector. Con el paso de los años le fueron haciendo acomodaciones a su casa que inicialmente era de caña y ahora ya tenía cemento.

El padre de ese hogar era trabajador municipal y también se mostraba muy activo en una iglesia cristiana Profecía de Dios, que se ubica a una cuadra de su vivienda del crimen.

Al menos cinco días a la semana compartía con los vecinos en ese centro evangélico que ahora también permanece cerrado.

Entre los vecinos, como Juana, describieron que con la familia había un lazo fuerte. Del padre lo resaltaron como una persona alegre, bueno, caritativo y una persona que siempre se encargaba de organizar eventos y profesar su fe.

“Era el que se encargaba de la cocina con la esposa, en la escuela dominical, cuando había las vigilias, de todo lo que se hace en la iglesia”, expuso ella.

Entre los vecinos consideraron inexplicable que las víctimas eran de origen humilde, que no tenían problemas con nadie, y pese a eso se dio el ataque.

“No hay palabras, estamos destrozados, con temor por lo que ha pasado aquí, por escuchar semejante balacera”, dijo Juana, mientras lloraba.

Pese a las amenazas de grupos delictivos que protagonizan extorsiones, vecinos contaron que muchos no tienen a dónde moverse para buscar otro sitio de vivienda. No obstante, otros sí han optado por retirarse desde hace varios meses y también hay quienes evalúan la idea.

“A dónde nos vamos a ir, solamente pedirle a papá Dios que nos cuide, porque está bien duro. Pedirle a papá Dios que nos fortalezca”, narró otra vecina.

Es conocido entre vecinos que han dejado papeles para que se comuniquen por medio de teléfonos para que entreguen aportes a estas bandas. En el papel no les indicaron la cantidad, dijo la moradora.

“No me contacté, gracias a Dios, igual estamos en zozobra”, dijo ella.

Entre vecinos pidieron que se ejecute una incursión militar porque la convivencia se vuelve cada vez más complicada. “Si algo nos vienen a hacer que sea la voluntad de Dios”, expuso Juana.

Para mañana se espera que sea el último adiós de la familia López en Balzar.

Otro vecino de Flor de Bastión, con su Biblia en mano, expuso que hay que mantener la fe en Dios.

“Nos queda encomendarnos a Dios, eso es lo que nos queda, mantener la fe”, expuso él, al citar varios episodios bíblicos.

Juan Carlos Soria, jefe subrogante de la comandancia de la Zona 8, expuso que siguen las diligencias investigativas respecto a este tema.

Al ser consultado sobre detenidos y más detalles, no ahondó en detalles durante una rueda de prensa, esta mañana. (I)