La salida de los estudiantes se da solo con la entrega del menor al representante de familia o bajo autorización de los propios padres para su salida, además tienen cámaras que monitorean los movimientos en las puertas del establecimiento educativo, y los docentes están vigilantes como “policías” de los movimientos de los chicos a su despedida por las dos puertas abiertas en determinados horarios.

Ellos, además de cuatro custodios, son parte de los controles a fin de que no se presenten eventos inusuales en las inmediaciones del plantel educativo.

Es parte de la dinámica que emplean en un plantel privado del sur de Guayaquil ante los niveles de inseguridad que adolece la ciudad. Esto se ha venido aplicando desde hace varios años aunque, según directivos, ahora se insiste con mayor rigurosidad a fin de aminorar los riesgos de los estudiantes frente a la delincuencia.

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Martha Córdova, presidenta de la Federación de Establecimientos Educativos Particulares Laicos del Guayas (Fedepal), que agrupa a 80 planteles educativos particulares, y actual rectora del plantel Semillitas de Guayaquil, comentó que se han duplicado los esfuerzos por bajar los riesgos de los estudiantes ante los problemas de inseguridad que afectan en distintos sectores de la urbe. Ella criticó que en ocasiones los policías asisten ciertos días y no es de manera continua o están por corto tiempo.

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“Todos los colegios particulares nos sentimos en zozobra porque de alguna manera la inseguridad que existe en la comunidad puede afectarnos a nuestro desempeño diario, porque dependiendo del entorno en que nos encontremos los chicos, a pesar de que en nuestras instalaciones somos preventivos, nos estamos volviendo como una torre, tenemos que blindarnos por cuidar la integridad de nuestros chicos, estamos cuidando en sumo grado la seguridad”, comentó la representante, al reflejar el sentimiento del gremio.

En su mayoría, contó, los planteles han aumentado las medidas de seguridad, con el doble del número de custodias o guardias privados y además de cámaras de videovigilancia.

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A ello se suma el control que se establece en el ingreso y salida de estudiantes con profesores y custodios por las puertas, que tienen su horario de apertura y cerrado. “Tratamos de aminorar los riesgos de que algún niño tenga un incidente”, comentó Córdova.

Ella espera que las autoridades policiales y de tránsito puedan prestar el contingente necesario para dar ayuda en las inmediaciones de planteles educativos. Particularmente, cada institución educativa envía pedidos para aquello. Ante esto, el gremio busca insistir a través del Ministerio de Educación.

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En otro plantel del centro de Guayaquil, una representante mencionó que procuran el ingreso de los buses de expresos escolares hasta el patio interior para que los alumnos se bajen y directamente ingresen a su aula de clase, ya que antes hacían el desembarque y embarque en la calle Junín. Asimismo a la hora de salida, las unidades esperan en el interior de la sede con el fin de evitar la exposición en los exteriores.

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En otra institución educativa de Urdesa, dos guardias están en el ingreso, entre la puerta y recepción, mientras otro se distribuye en el patio central para estar pendiente del ingreso y salida de estudiantes.

Desde este año, el control en la puerta principal se mantiene a cargo de uno de ellos, que consulta la identidad del interesado en acceder al complejo educativo y los estudiantes únicamente salen cuando se los llama al arribo de sus representantes a la puerta de ingreso. En el caso de los que se movilizan en expresos, se realiza una fila para que uno a uno vayan recogiendo a los estudiantes en una puerta posterior.

En plantel Semillitas de Guayaquil se mantienen cerrados los accesos, solo se abren para ingresos y salida de estudiantes con sus padres. Foto: El Universo

Córdova mencionó que se ha difundido el pedido a los padres para que procuren evitar el traslado de equipos electrónicos o disminuir los días de asistencia con estos, con el fin de que no queden expuestos.

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Y es que entre los padres de familia hay inquietud por los hechos delictivos que se presentan en distintos escenarios. Patricia, una madre de familia que tiene dos hijos en un plantel privado de Urdesa, dijo que teme por mandar a sus hijos con equipos tecnológicos, por lo que junto con otros padres han pedido que se disminuyan los días de asistencia con esos equipos.

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“Debe haber policía de civil”, señaló Henry Tomalá, al recoger a su hija Amy que cursa cuarto grado de una institución fiscal del centro porteño. A su salida de la jornada vespertina, los padres acompañan a sus hijos para retornar a sus hogares. Otros se movilizan en expresos que están estacionados en una calle aledaña.

Allí, varios choferes comentaron que existe preocupación del gremio, por lo que procuran movilizarse con las puertas con seguro y ventanas cerradas, además recomiendan a los menores no llevar cosas de alto valor y con los padres mantiene constante comunicación durante sus recorridos.

Otro padre de familia, Juan, de un plantel privado de la vía Samborondón, lamentó que los tres o cuatro guardias privados de esa entidad apenas “saludan” en el ingreso de los vehículos que asisten a dejar o recoger alumnos a la sede del plantel.

El representante de familia consideró que deberían ser más rigurosos en el control de acceso con registro de placas y de ser necesario con tag personal. A ello se suma que ve con temor que en ocasiones, por la falta de espacio en un estacionamiento interno, debe dejar su vehículo en la vía principal y exponer a su hija de 4 años al tránsito vehicular y al riesgo de que algún extraño o antisocial se acerque a ellos. En la zona, varios padres han alertado de la presencia de personas sospechosas que merodean la vía exterior a la institución.

Medidas que implementan con tecnología

En otros colegios se implementan otras medidas tecnológicas. Por ejemplo, en el plantel particular Copol desde este año se implementará un sistema de monitoreo en el portal de ingreso y salida de los estudiantes con la identificación facial del alumnado y de permiso de acceso de los vehículos de los representantes de familia y expresos al área de estacionamientos. Cuando se recibe la alerta de ingreso del padre, el personal de la institución llama al estudiante para su entrega y recepción al representante.

Asimismo, a través de una aplicación móvil se enviará una alerta al padre de familia acerca de la salida de su representado. También se aplica para verificar que los estudiantes que van en expresos escolares usen las puertas definidas para evitar salidas no autorizadas.

“Está siendo implementado en el futuro cercano de Copol, es un sistema que se coloca como una última milla a todo nuestro sistema de seguridad que permite que el padre de familia siempre sepa que su hijo ha llegado saludable a su casa en su transporte o ha salido con la persona que destinó”, dijo Carlos Quezada, director ejecutivo de la Copol.

Oswaldo Guamán, presidente de la Federación de Transportes Escolares, comentó que temen mayores escenarios donde se vean afectados más estudiantes. En las dos recientes semanas, en la isla Trinitaria ladrones rompieron un vidrio y se llevaron una mochila y un teléfono celular de estudiantes de la jornada vespertina de un plantel particular, mientras otro alumno resultó herido de bala en medio de un intento de asalto en el suburbio.

Por ello, el gremio ha pedido a la Policía que se dicten charlas sobre la conducta que se debe tomar tanto en la comunidad educativa como los conductores frente a actos de delincuencia, que se establezcan rondas de uniformados en los puntos más conflictivos en los alrededores de planteles y en rutas, y además ubicar zonas de parqueos señalizadas.

Uno de los pedidos más importantes para el gremio es que en caso de haber patios en el interior de planteles educativos se pueda acceder de ser necesario a dejar o recoger a los alumnos. Esta última medida en algunos colegios ya se viene aplicando.

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En estas semanas de reanudación de actividades también se reportó una balacera en las inmediaciones de un plantel fiscal de Socio Vivienda 2, uno de los sectores más conflictivos de la urbe, y hubo alertas de robo en la avenida del Bombero, donde se ubica un plantel privado.

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El plan de la Policía busca reactivar corredores seguros, sobre todo en los planteles más conflictivos con despliegue de personal a los ingresos y salidas, incluyendo parte de los 300 uniformados que este martes se integraron a la plantilla disponible para Guayaquil, comentó el general Víctor Zárate, comandante de la Zona 8 de la Policía Nacional.

Reactivarán plan Colegio Seguro

“Tenemos un plan que se dejó de hacer en época de pandemia, el plan “Colegio Seguro”, donde están motorizados al ingreso y salida de estudiantes y padres de familias, vamos a reactivarlo nuevamente, no solo con nuevos (los 300 policías incorporados), sino con todo el eje preventivo”, comentó el general Zárate.

El oficial agregó que en expresos se darán tips sobre la orientación para prevenir hechos de violencia, mantener contactos con chats comunitarios y que se analice la posibilidad de cámaras en las unidades para garantizar una mejor respuesta.

En paralelo, agentes metropolitanos se despliegan en 30 unidades educativas fiscales y particulares para realizar patrullaje y evitar la instalación de comerciantes informales, que en ocasiones se usan de fachada para el expendio de droga. (I)