En el sur de la ciudad se produjo la mañana de este jueves la detención de dos hombres que estarían relacionados con el crimen de una mujer y su hija de 12 años que fueron baleadas la noche del miércoles en la urbanización Girasoles, ubicada junto a la Policía Judicial. Ellas llegaban en una camioneta negra.

Las víctimas, que arribaban a su vivienda, son la esposa y la hija mayor del sargento Gabriel Páez, miembro de la Policía Judicial.

Las fallecidas fueron identificadas como Iliana Justillo Rodríguez, de 35 años, y Lilibeth Páez Justillo, de 12.

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Dos mujeres que se movilizaban en una camioneta fueron asesinadas en el oeste de Guayaquil

El general Víctor Hugo Zárate, comandante de Policía de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), mencionó que los detenidos sí tienen antecedentes penales, pero evitó dar más detalles para mantener la reserva del caso.

El jefe policial confirmó que se trata de una muerte por encargo, tampoco descartó que hayan querido matar al uniformado y que el sicario se haya confundido.

Él detalló que el sicario sorprendió a la esposa del uniformado cuando ingresaba por la garita de la urbanización.

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“El hombre corrió, le disparó mientras ella entraba y luego regresó a la calle y se fue en la moto que lo esperaba afuera”, contó Zárate, quien dijo que el carro recibió siete impactos de bala y que la mañana de este jueves se estaban realizando las autopsias a madre e hija para conocer cuántos proyectiles recibieron.

El coronel Henry Herrera, jefe de la Dinased de la Zona 8, agregó también que en la camioneta se trasladaban dos niños de 6 y 4 años en el asiento trasero. Ambos, hijos menores del policía, resultaron ilesos y fueron auxiliados por los vecinos.

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Herrera dijo que el sicario usó una pistola 9 mm para cometer el crimen.

El 38 % de crímenes registrados en Manabí en lo que va del 2022 se dieron en los dos meses de estado de excepción

Mientras tanto, en la urbanización, la mañana de este jueves había gran movimiento, se revisaban cámaras de seguridad de las casas cercanas a la garita e incluso los vecinos afectados hacían reparaciones, pues la mujer asesinada perdió el control de su camioneta al ser herida y se estrelló contra dos automóviles y un negocio del sector.

Los dueños del establecimiento soldaban las rejas y sacaban las repisas que resultaron dañadas por el impacto del carro.

Los moradores de la urbanización están asustados, dicen no poder creer cómo el criminal logró ingresar de forma tan fácil para cometer el sicariato.

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En la zona habitan muchos policías y sus familias. El general Zárate dijo que es su lugar de descanso, al que muchos llegan desarmados.

El comandante sostuvo que se investigan los casos en los que trabajó el sargento que ha perdido a su esposa e hija, y aseguró que a los policías nadie los va a amedrentar.

Se conoció también que el sargento Páez aún no ha dado una versión de los hechos, porque incluso debió ser sedado ante el impacto emocional de la pérdida. (I)