“De milagro no nos cayó una bala y estamos vivos”, indicó un vecino que se mostraba nervioso por el ataque registrado la tarde de ayer en el sector Los Helechos, en Durán.

En un estrecho callejón de ese barrio hay pánico y hermetismo luego del asesinato de cuatro personas: tres mujeres y un hombre.

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En este callejón existe un solo acceso, ya que desde en un extremo de la vía se ubica una reja para prevenir los eventos delictivos. Aquello no fue impedimento para la actuación de los antisociales.

Esta mañana, el paso peatonal era mínimo en la vía donde se dio el ataque. Los vecinos se mantenían en el interior de sus casas y evitaban dar mayores detalles del evento.

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Un vecino contó que de milagro no hubo mayores daños, puesto que él y cuatro familiares, incluyendo tres menores de edad, se alistaban para salir de su casa y acudir a una reunión religiosa. Su automóvil estaba parqueado afuera de su domicilio y junto a este estaba el automotor gris en que estaban las víctimas.

Instantes previos al evento, él había pedido que movieran el carro gris para poder salir de su vivienda. Unos segundos después, mientras se embarcaban sus familiares en su auto, se dio el suceso.

En su carro hubo impactos de bala que causaron daños en una ventana y una puerta. Los rastros de los proyectiles, restos de vidrios y casquillos se evidenciaban hasta esta mañana.

Entre los vecinos pidieron un mayor apoyo policial ante las alertas que se suelen reportar con otros eventos delictivos.

Por la serie de detonaciones, vecinos manifestaron que inicialmente pensaban que se trataba del lanzamiento de pirotecnia, pero al asomarse se percataron de la trágica escena.

Los sicarios dispararon en contra del carro gris, que era ocupado por cinco personas: tres mujeres jóvenes, un hombre y una bebé. Las mujeres y el hombre murieron como producto de los disparos.

En medio del evento, la criatura resultó ilesa y fue retirada en brazos por una persona.

En sector de Los Helechos donde hubo cuatro asesinados hay pavor. Foto: José Beltrán/ El Universo Foto: José Beltrán

Una de las víctimas, al parecer, la cuidó con su cuerpo para evitar que fuera alcanzada por los disparos.

Por una de las víctimas se conoció que residía en la zona y que las otras dos mantenían un grado de amistad con ella y solían acudir de visita. La bebé era hija de una de ellas.

Por ahora, la Policía no se pronuncia oficialmente respecto a este caso.

Durante la noche de ayer, otros tres eventos violentos ocurrieron en Cerro Redondo, Oramas González y segunda etapa de El Recreo. (I)