Dos primos consumían licor en el sur de Quito. Al regresar a la casa de uno de ellos, en la habitación, se inició una riña.
Víctor Andrés A. tomó una tijera y apuñaló en el cuello a su familiar. Tras un forcejeo, los dos terminaron heridos, sin embargo, él sobrevivió.
Publicidad
Por este hecho, un Tribunal de Garantías Penales lo sentenció a trece años de cárcel como autor directo del homicidio de su primo.
La noche del 18 de marzo de 2022, fecha de la agresión, la madre del procesado fue quien escuchó los gritos de la pelea.
Publicidad
Al ver el estado de los dos sujetos pidió auxilio para que la ayudaran a trasladarlos a una casa de salud. En este lugar se confirmó el deceso de la víctima.
Pero la historia no termina ahí. Los doctores no habrían atendido al agresor, quien se dio a la fuga.
Los agentes de la Policía Nacional lo encontraron en los exteriores de otra casa de salud del mismo sector, lugar al que Víctor Andrés acudió para recibir atención médica, producto de las heridas que presentaba.
No se informó a detalle sobre su estado, sin embargo, se recuperó y fue procesado.
En la audiencia de juicio, la agente fiscal demostró la materialidad de la infracción y su responsabilidad.
Entre las pruebas testimoniales y periciales están testimonios de los agentes aprehensores, del médico que atendió a la víctima, de los peritos que realizaron la autopsia médico-legal, la reconstrucción de los hechos, el informe toxicológico y la inspección ocular técnica.
Antisociales balearon a cinco personas que acompañaban velorio en Puerto Bolívar
A esto se sumaron el análisis de manchas de sangre y los perfiles genéticos, con los cuales desvirtuaron la teoría de la defensa, ya que demostraron que la agresión habría ocurrido en el dormitorio del procesado, en Caupicho, en el sur de Quito. (I)