Los vecinos no olvidan el susto provocado por las explosiones de dos coches bomba en el barrio Mariscal, centro norte de Quito. La mañana de este jueves, 31 de agosto, no salieron a trabajar en sus locales por el miedo de que los atentados se repitan.

El primer coche bomba explotó pasadas las 20:00 del miércoles, los habitantes de este sector aseguraron que escucharon cuatro explosiones de un automóvil estacionado sobre las calles 9 de Octubre y Robles.

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La Policía confirmó que se encontraron dos tanques de gas, explosivos de mecha corta y combustible. Una motocicleta también se dañó producto de la onda expansiva.

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Jéssica, quien pidió mantener su apellido bajo reserva, señaló que abrió su local de confección de uniformes a pesar de mantener los nervios de ‘punta’. Al principio pensó que se trataba de un siniestro de tránsito, pero después del segundo estruendo se dio cuenta de que era algo más, salió a la ventana y vio una estela de fuego en el aire.

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El automóvil explotó frente a su local, ella vive a una cuadra de distancia. Lo primero que se imaginó era que su negocio se quemaba, intentó acercarse a la esquina, aunque fue imposible llegar a constatar porque hubo tres detonaciones más.

“Estamos muy asustados, muy nerviosos por lo que está pasando. Aquí en Quito ver un coche bomba era imposible, no se había escuchado más que en la Costa”, enfatizó.

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Eduardo Benalcázar vive en la esquina diagonal al atentado. Él recordó que estaba acostado viendo televisión, cuando de pronto empezaron los estruendos.

“Como no veía el carro, sino que veía en los vidrios el reflejo del fuego, se hizo una llama bien grande y después hubo otra explosión, entonces yo dije ‘si fueron dos tanques, ¿por qué hubo cuatro explosiones’?”, cuestionó en su versión.

Junto con su esposa caminaron con el fin de constatar que su tienda se encontraba fuera de peligro, pero no se permitió su ingreso hasta las 09:00 del jueves, cuando se terminaron las diligencias investigativas.

Pero horas antes, la madrugada de este jueves, pasada la 01:00 se reportó una segunda explosión, se trataba de una camioneta doble cabina que explotó con la misma modalidad, con dos tanques de gas en su interior. Esto se registró en la avenida 12 de Octubre y Wilson.

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Esta zona es más comercial, pero los pocos ciudadanos que habitan en departamentos cercanos relataron que fue un momento de verdadero terror porque desconocían lo que pasaba, y cuando identificaron el automotor no imaginaban la razón de estos ataques.

Horas más tarde los mismos vecinos sacaban sus conclusiones, “se trató de un mensaje para el SNAI”, decían.

Y es que en el lugar de la primera explosión funcionaba el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), ahora está el Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos.

La segunda explosión sí se produjo al pie de un edificio de dicha entidad. Fue en la Dirección de Medidas no Privativas de Libertad, Dispositivos de Vigilancia Electrónica y Reinserción.

En este lugar, los privados de libertad que salieron con medidas de prelibertad y deben cumplir presentaciones periódicas, así como adolescentes infractores suelen acudir a este edificio para cumplir con las obligaciones que mantienen fuera de los centros de rehabilitación.

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Entre las primeras indagaciones suponen que se trató de una respuesta ante la incursión realizada en el centro de privación de libertad de Cotopaxi. Las autoridades todavía no se han pronunciado al respecto. Mientras tanto, la Fiscalía General del Estado y Policía Nacional anunciaron la detención de seis personas vinculadas en el hecho.

“Me da recelo que continúen este tipo de actos, nunca se había dado algo así. Cuando aquí estaba el SNAI sí venían personas con bombos a hacer una bulla tremenda a pedir que suelten a los detenidos, pero desde que se fue esa dependencia todo se tranquilizó, hasta la noche de la explosión”, expresó un ciudadano quiteño. (I)