Cada dos días y medio un menor de edad es alcanzado por las balas en Guayaquil y sus alrededores

Una mujer de 50 años fue acribillada junto a sus nietos días atrás en Guayaquil. Pese a que tenía a un bebé de 18 meses en brazos y a una niña de 10 años a su lado, los asesinos no dudaron en abrir fuego: dispararon más de 20 veces.

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Ocurrió en Bastión Popular, la noche del domingo. La mujer recibió doce tiros; su nieta, un disparo en el glúteo; y el bebé, cuatro impactos de bala que lo tienen en estado crítico en un hospital infantil.

Esa misma noche, un adolescente de 15 años fue acribillado en Durán, a pocos metros de su casa.

La tarde de este miércoles 23, una niña de 3 años fue alcanzada por una bala que dispararon sicarios que buscaban matar a un hombre en Las Malvinas, en el sur.

Solo en los primeros 82 días del año, una decena de menores de edad han sido asesinados en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), en medio de atentados al estilo sicariato perpetrados principalmente en barrios periféricos de Guayaquil.

La mayoría han sido víctimas colaterales de las muertes violentas, que este año casi se triplican en comparación con las del 2021.

El capitán Andrés Rivadeneira, jefe operativo de la Policía de Menores (Dinapen) de la Zona 8, dijo que hasta el martes 22 de marzo habían sido asesinados nueve niños, niñas y adolescentes, y que 23 menores más han resultado heridos.

A esa cifra habría que agregar la muerte de la niña de este miércoles y otro herido más.

En promedio, en Guayaquil cada dos días y medio un menor de edad es alcanzado por las balas de los sicarios. A nivel nacional, quince menores han muerto de forma violenta.

Uno de los casos más alarmantes ocurrió la primera semana de enero en el suburbio de Guayaquil. Varios niños del sector de la 33 y Capitán Nájera habían acudido a la casa de un vecino para comer rosca de reyes y chocolate caliente, en un portal esquinero, la noche del 6 de enero. Estaban ahí, sentados en sillas plásticas y degustando el tradicional postre, cuando llegaron los sicarios a tratar de matar al anfitrión de la reunión.

Con fusiles dispararon sobre todos los que estaban presentes. Un niño que vivía a tres casas murió esa madrugada; y, seis semanas después, otro menor de la misma familia también falleció. La madre de este último, que estaba embarazada, también resultó herida esa noche en la que el blanco del ataque se salvó de morir, porque logró entrar a su casa y cerró la puerta.

Otro caso se dio a las 02:00 del 7 de marzo en la coop. Casitas del Guasmo, en el sur, cuando sujetos en moto dispararon con fusiles contra una casa. Una bala que ingresó por la ventana impactó a un niño de 4 años en el abdomen. Otro menor de 5 años resultó con una herida de bala en el brazo. Esto fue parte de una venganza entre bandas del sector, indicó entonces la Policía.

En lo que va del 2022 se ha reportado un total de 285 asesinatos (menores y adultos) en la Zona 8; cada día se registran entre 3 y 4 muertes violentas. El año pasado, en el mismo lapso, iban 113 casos. (I)