En la cooperativa San Francisco, en el sector de Pascuales, tres hermanos de 5, 6 y 10 años fueron baleados. No fueron víctimas colaterales como se pensó inicialmente. Los sicarios entraron a la casa y dispararon contra los chicos. La Policía reveló horas después que habían capturado a un joven por estos hechos.

Era un menor de 17 años que sería uno de los involucrados en el asesinato de Pascuales, donde Maite, de 6 años, y su hermano Álex, de 10, murieron. Su hermano de 5 años se recupera en un hospital.

Aunque la Policía aún no determina si el menor de edad disparó contra los niños, sí se confirmó que estuvo en las escenas y que sería parte de la banda Los Pitufos, que se disputa el territorio con Los Lobos.

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Contra el menor de edad se han abierto dos procesos. En el primer caso se investiga el ataque a los niños y le han dictado aislamiento preventivo por lo que lo trasladaron al correccional de menores.

¿Qué hacer para evitar que adolescentes y jóvenes cometan crímenes, violaciones y otros hechos execrables que los medios informan?

Tres niños fueron acribillados el sábado 16 de julio en su casa en la coop. San Francisco, en Pascuales. Un menor de 17 años fue detenido al día siguiente como sospechoso del crimen. Foto: El Universo

El segundo caso se abrió por la muerte de Ángel Ayarza, quien fue asesinado a las 07:30 del domingo, a 200 metros de la casa de los niños, también en la coop. San Francisco. Por esto le dictaron arresto domiciliario.

Aquel solo es un caso donde hay involucrado un menor de edad en delitos. Casi 80 menores de edad han sido detenidos en lo que va del 2022 en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) por diferentes delitos. Solo 15 de ellos han quedado con internamiento en el correccional de menores, el resto cuenta con medidas socioeducativas, es decir, esperan en sus casas ser juzgados.

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Son menores que en algunos casos ya registran retenciones por otros asuntos y que han recibido un tratamiento diferente por su condición de menores.

En Monte Sinaí, el 20 de julio, se detuvo a dos adolescentes de 15 años que con la ayuda de otra menor en estado de gestación habían secuestrado a un taxista informal.

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Según la policía, la gestante había pactado una carrera con el conductor. Cuando ella llegó a su destino, los adolescentes se subieron y amenazaron a la víctima.

En el sector se dio una persecución y los menores terminaron estrellando el carro contra un muro. Se logró detener a dos de los sospechosos y liberar al conductor.

Un adolescente salió del entrenamiento de fútbol y fue abusado en una tienda; el violador fue sentenciado a 29 años de cárcel

El 19 de junio, en cambio, tres menores más fueron detenidos por el secuestro de un ciudadano chino que permanecía retenido en Socio Vivienda.

Además, otro joven de 16 años fue capturado durante el rescate a un empresario que fue secuestrado hace seis meses en La Aurora. La detención de la banda se dio en Durán.

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Los delitos en los cuales están involucrados menores son diversos, pero predominan los robos. Del 1 de enero al 20 de julio han sido capturados 30 menores por robo, 15 por tenencia de armas, 2 por delitos sexuales, 11 por drogas, 7 por secuestro, 2 por tentativa de asesinato, 2 más por asesinato, uno por un accidente de tránsito y otros capturados por delitos menos comunes.

Entre los adolescentes que fueron trasladados este año al correccional, por orden judicial, están uno que supuestamente abusó sexualmente de otro menor de su familia, otro que fue hallado con casi media tonelada de droga y más involucrados en sicariatos.

El internamiento preventivo en el caso de los menores de 18 años dura solo 90 días (en adultos es un año máximo de prisión preventiva) hasta que se convoque a audiencia de juzgamiento.

En caso de menores de 14 años solo procede el internamiento en delitos de asesinato, violación, plagio de personas y robo con muerte.

Otros 60 adolescentes detenidos este año cuentan con medidas socioeducativas y esperan en casa de sus tutores que se dé la investigación y su caso llegue a los tribunales especializados.

Solo cuatro de estos menores tienen vigilancia policial ordenada por un juez. Los otros están bajo vigilancia de sus tutores que no siempre son sus padres.

Jorge Haz, abogado y exdirector del Centro de Rehabilitación social 4, conocido como la cárcel Regional, en Guayaquil, consideró que la presencia de adolescentes en el cometimiento de delitos se da por una inducción y reclutamiento de bandas organizadas con el fin de utilizarlos, porque las normativas para ellos son menos severas que con las que castigan a adultos en el Código Orgánico Integral Penal.

Los adolescentes infractores regularmente reciben medidas socioeducativas, penas privativas de libertad de pocos años y medidas alternativas como trabajo comunitario.

“Las bandas para hacer su cometimiento saben que usar a un adulto va a ser un poco más riguroso al momento de procesar, pero si procesan a un menor infractor van a saber en que la forma como tiene que ser este tratado es con una doble protección que le da la Constitución por ser un menor de edad, son parte de los grupos vulnerables, y el trato es diferente, podría ser que le den medidas alternativas por el hecho de que estén estudiando y se tiene que proteger esa parte de ese adolescente”, comentó.

El abogado consideró que se debe tener un mejor sistema de garantías penitenciarias con incremento de funcionarios de psicológica y social a los grupos de privados de libertad, incluyendo a los menores infractores, además endurecer penas y encontrar alternativas para resolver la problemática político-económico-social que emerge del fondo.

“Mientras no se les enseñe que hay otra manera de poder buscar el sustento, crear ingresos, ellos van a buscar la forma más rápida para encontrar recursos porque tienen sus necesidades. Se les puede dar mejor capacitación en el ámbito de la psicología, son pocos los trabajadores sociales para el grupo carcelario de adultos y menores infractores, que están en conflicto con la ley, ellos son básicamente desprovistos de estas atenciones que puedan llegar a hacer que tomen conciencia”, dijo.

Haz estimó que los adolescentes a través de la psicología pueden ser tratados y su conducta todavía puede ser regulada con terapias conductuales, pero se necesitan más psicólogos que puedan ayudar a modular estas conductas.

El estilo de crianza, otro factor que influye

Para la psicóloga Ligia Villa, la problemática de menores involucrados por diversos delitos tiene un nexo con el estilo de crianza en el hogar, que puede desencadenar en estas situaciones.

Ella enfatizó que en la actualidad existen muchos representantes de familia que se enfrascan sobre todo en sus actividades laborales y se muestran muy permisivos con sus hijos.

“Eso ocasiona que no existan reglas ni normas en casa, y ese compartir de actividades en casa como tal, en familia, ni siquiera exista”, comentó y sostuvo que en ocasiones estos menores desarrollan una baja autoestima, depresión, incluso ideas de suicidio e incapacidad de tomar decisiones asertivas, convirtiéndose en un punto ideal para el reclutamiento de bandas.

Además de ello, indicó que estos factores pueden derivar en que el menor desarrolle una personalidad distorsionada, acompañada incluso de patologías mentales. “Por lo tanto, hace que los menores sean reincidentes”, dijo.

Como recomendaciones, la especialista sugirió que una opción buena sería enfocarse, tanto con educadores y padres, en que los menores desarrollen proyectos de vida, con metas a corto, mediano y largo plazo.

“Hay que trabajar en la promoción y prevención, primero con los padres, que se vuelvan a inculcar valores y principios, como respeto, obediencia, rescatar mucho desde la casa; después, en escuelas y colegios, donde se pueda trabajar desde la prevención con departamentos de consejería estudiantil en que se pueda fortalecer la comunicación en familia y comunidad educativa”, sostuvo. (I)