Desde el 2019 la Fiscalía General investiga el caso denominado INA Papers, en el que se vinculó al presidente Lenín Moreno y sus familiares con la creación de empresas en paraísos fiscales.

A través de una de ellas, llamada INA Investment Corporation, supuestamente se adquirieron costosos muebles para el departamento que Moreno tenía en Ginebra cuando fue enviado especial de Discapacidades de la ONU; y se habría comprado un lujoso departamento en España. La denuncia se publicó en el portal de investigación La Fuente y luego fue retomada por el legislador Ronny Aleaga, de las filas correístas.

Al momento, en la etapa preprocesal de investigación del caso, se han despachado y dispuesto más de 100 diligencias, entre versiones, allanamientos, requerimientos de información, asistencias penales, pericias, entre otras. Panamá y Suiza han sido países a los que la Fiscalía ha solicitado información sobre cuentas y empresas.

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En respuesta a las críticas sobre la investigación, la fiscal Diana Salazar ha indicado en diversas ocasiones que la institución avanza con el proceso de manera “objetiva e imparcial”. El expediente ya superaría los 200 cuerpos

En una entrevista con este Diario, Moreno explica que todo es “una patraña que se construyó en base a elementos reales”. Aquí un resumen de su relato:

“El elemento real es que el señor (Xavier) Macías es una persona que me visitó y me dijo que quería comprar muebles en Ginebra porque pensaba ponerse una oficina o algo. Le dije que sí, que encantado, porque tenía una bodega y además necesitaba muebles ya que el departamento de 200 metros lo había dividido en dos partes; una para las oficinas (140 metros) y la otra donde yo vivía (6)... El señor me dijo que necesitaba unas alfombras, unos escritorios, unas lámparas, yo le dije que sí las podía tener hasta que las pudierámos llevar (a Ecuador). En ese momento todavía no sabía que no podía traer muebles de otras personas a pesar de que pensé que era lógico y justo... pero el abogado de mi oficina me dijo que no. En ese momento se los devolví, causándole una lesión económica porque tuvo que vender sus muebles al precio de huevo.

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Yo conozco al señor Conto Patiño hace muchos años, a su familia y a su hija (María Auxiliadora, esposa de Xavier Macías), pues era compañero legislador de mi padre... Por eso mi hermano (Edwin) le prestó dinero. No era una cifra mayor, 110, 120, 140 mil, no recuerdo… El señor Macías le pagó, pero no en efectivo como le dio mi hermano, sino en cheques. Para cobrar la deuda, mi hermano tuvo que viajar a Panamá. En algún momento, para tratar de asegurar ese dinero, constituyó una compañía, y le puso INA Investment algo. Y claro, a alguna persona se le ocurrió que tenía que ver con los nombres de mis hijas que son Irina, Cristina y Karina. ¿Usted me ve imbécil a mí como para poner en una empresa donde supuestamente hay dinero de la corrupción el nombre de mis hijas?

La señora fiscal ha investigado e investigado. Le tienen a un señor (Aleaga) paseándose por todo el mundo tratando de encontrar alguna evidencia de actos de corrupción. Porque, claro, para ellos, (los correístas) el premio mayor es encontrar actos de corrupción míos porque así podrían desvirtuar la legitimidad de las acusaciones terribles que se han hecho y comprobado. Decía este asambleísta que tengo acusaciones en cuatro países, pero las montan ellos mismos.

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Dijeron que teníamos unas cuentas millonarias en Ginebra. La señora fiscal solicitó que le dieran información. El Gobierno de Suiza dijo que no se la podía proporcionar porque esa es la política de ellos. Yo no esperé que Suiza se la dé: mi esposa y yo la solicitamos, la fiscal ya la recibió. Vea usted cómo se van desvirtuando los elementos... Un departamento que un asambleísta dijo que yo había comprado para pasar vacaciones, que dizque tenía 300 metros, de lujo, ya se descubrió que no llegaba ni a los 100 metros y yo no cabía por las puertas”. (I)