Cerca de 5.000 beneficiarios del régimen semiabierto con simplificación de trámites en este año, un proyecto de decreto para indultar a personas que cumplieron el 40 % y 60 % de penas en delitos menores, un censo penitenciario que se realiza este año, la creación de una escuela penitenciaria, el inicio de un proceso de selección de 1.400 aspirantes a agentes en abril, la futura compra de 5.000 dispositivos de vigilancia electrónica, la implementación de proyectos de infraestructura y la repatriación de privados de la libertad extranjeros son algunas de las acciones que forman parte del Plan de Seguridad Penitenciaria, que presentó la mañana de este lunes 14 de febrero el Servicio de Atención Integral para personas privadas de la libertad y adolescentes infractores (SNAI) a los medios de comunicación.

En cifras, lo que actualmente conoce el SNAI de la realidad de las cárceles es que existen 34.714 personas privadas de la libertad y 403 adolescentes infractores, en total 35.117 presos; que el hacinamiento es del 15,07 %; que todos los detenidos han recibido la primera dosis de la vacuna contra COVID-19 y que hay 1.600 guías penitenciarios.

Sin embargo, lo que hasta ahora se conoce no es suficiente para definir una clasificación de los presos y el traslado de los “cabecillas” de bandas criminales que operan desde las cárceles. Al responder a esta pregunta por parte de la prensa, el director del SNAI, Pablo Ramírez, señaló que primero se debe realizar el censo penitenciario en coordinación con el Registro Civil y el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), y aún no se puede definir una fecha.

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Varias acciones del plan están relacionadas con la cooperación internacional, por ejemplo, la escuela penitenciaria, para capacitar a los agentes y al personal que trabaja en cárceles, que se implementará con la colaboración de Pacto de la Unión Europea, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) de Colombia y el Servicio Penitenciario de El Salvador. Se sumarán Chile, Italia, Francia y Portugal.

Además, la reclasificación de las cárceles con cinco parámetros: infraestructura existente, capacidad instalada en recursos humanos y logísticos, nivel de seguridad y población objetivo, centros de rehabilitación de tipo A, B y C o máxima, mínima y mediana seguridad, respectivamente.

El “conversatorio” con medios, denominado ‘Gestores de paz: comunicación, justicia y humanismo’, es el primer acercamiento que el SNAI hace con los medios de comunicación, luego de casi nueve meses en los que se ha cambiado de director por cuatro ocasiones y después de un año 2021 que registró más de 300 muertes violentas en las cárceles del país.

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La cita comenzó con un video de dos privados de la libertad que se habían podido ver físicamente por el 14 de febrero, conocido como Día de San Valentín, y con el emplazamiento de Claudia Garzón, criminóloga y victimóloga de Colombia y presentada como parte del Comité de Pacificación, a que los representantes de los medios señalen lo que se está haciendo desde la prensa para “humanizar” las cárceles y que no sean vistas como “bodegas de carne humana”. La respuesta de los presentes fue que existe falta de acceso a la información, hermetismo y desconocimiento de lo que sucede dentro de los centros penitenciarios.

El evento se realizó sin cámaras ni grabadoras, con preguntas escritas en papeles y trasladadas a la autoridad que se encontraba en ese mismo espacio y, en medio de esas cerca de dos horas, seis minutos de declaraciones de prensa de Ramírez sin posibilidad a preguntas, aunque con la promesa inicial de que este “conversatorio” será el primer paso para la transparencia en la información. (I)

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