El ministro de Gobierno, Henry Cucalón, alertó que el país está entre la estabilidad democrática y la incertidumbre, que una vez más el pleno de la Asamblea Nacional falló al país al acoger un “bochornoso” informe de la comisión ocasional que en la forma carece de validez jurídica y no es vinculante.

Que en el fondo, el informe es un acomodo de retazos y rectificación donde también a su antojo y conveniencia han dejado fuera a personajes que debían ser investigados.

El vocero de Gobierno reaccionó a la resolución de la Asamblea Nacional que aprobó una resolución que recomienda un juicio político al presidente, Guillermo Lasso, por supuestos delitos contra la seguridad del Estado y omisión en la administración pública.

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Con 104 votos, Asamblea Nacional recomienda enjuiciar políticamente al presidente Guillermo Lasso por delitos contra la seguridad del Estado y omisión en delitos contra la administración pública

Dijo que lo resuelto por el Parlamento es un verdadero atentado a la razón y al sentido común, que se ha dejado de lado el debate de ideas y que primaron las conjeturas y los desatinos.

El Gobierno nunca ha puesto en duda la facultad de control político que constitucionalmente tiene el Parlamento nacional, aclaró Cucalón, pero que pretender de forma perversa fabricar una fábula, que así la cuenten mil veces no es verdad, para intentar configurar un juicio político al vuelo en contra del presidente de la República no es un acto de fiscalización, sino de una evidente desestabilización.

Añadió que dentro del manoseo constitucional realizado por la Asamblea, en el pone y saca de causales, primero colocaron traición a la patria, pero se vieron obligados a retractarse ante la crítica y burla de la opinión pública; finalmente, se decantaron por otra igual de pintoresca, nada más ni nada menos que comisión de omisión del numeral 2 del artículo 129 de la Constitución, dantesco desde lo jurídico y aberrante desde lo político.

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Con tales deficiencias, han tenido que apelar a burdas analogías con casos del pasado donde los hechos y conceptos jurídicos difieren, absolutamente, dijo Cucalón, al responder a la críticas que recibió en el Parlamento de que firmó, cuando fue legislador, un pedido de juicio al exvicepresidente de la República Jorge Glas.

Como toda buena ficción lleva a una moraleja, lo que se construye sobre falsedades se desmorona, afirmó el vocero gubernamental, tras señalar que edificaron un caso con “naipes de mentiras, se mueve uno y se derrumba todo”.

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Cucalón se adelantó a señalar que ya se avizora que lo expresado en este mamotreto no va a llegar a ningún lado, por lo que al darse cuenta de sus carencias han salido con nuevas ocurrencias, como declarar la incapacidad mental del presidente de la República o ya de frente y sin desparpajo, un golpe a la democracia con la amenaza de la violencia en las calles.

Queda demostrado, dijo, que a ciertos asambleístas jamás les importó combatir la corrupción, sino que la misma fue un mero membrete para la persecución y la inestabilidad, y que el informe aprobado es la prueba viva de aquello.

Las recomendaciones del informe, añadió, donde solicitan un proceso político al presidente modificando las causales con las que se pueda ocurrir al último momento no presenta evidencia alguna que vincule al presidente de la República con lo que falsa y maliciosamente se le pretende imputar, razón por la cual no hay mérito alguno para un juicio de este tipo.

Estos lamentables sainetes no distraerán la labor del Gobierno que sigue trabajando por el bienestar del país, manifestó Henry Cucalón. Y advirtió: “Estamos hoy entre la estabilidad democrática y la incertidumbre; los ecuatorianos preferimos la estabilidad, que permite trabajar en paz, emprender y progresar”. (I)

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