Evocar al pasado y la promesa de hacerlo ‘resurgir’ es la base del discurso proselitista de Luisa González

Azogues

Decir que “todo tiempo pasado fue mejor”, añadiendo el apellido de su líder político en repetidas ocasiones (o sea, con Correa), es la estrategia que utilizan en sus recorridos los integrantes de la Revolución Ciudadana (RC), lista 5, para convencer a los electores.

El pasado viernes 14 de julio su candidata a la Presidencia de la República Luisa González estuvo en Azogues para iniciar oficialmente la campaña electoral de cara a los comicios anticipados del próximo 20 de agosto.

La llegada de González a la capital de la provincia del Cañar fue anunciada a la prensa unas horas antes a través de grupos de WhatsApp porque el primer punto de su agenda era, justamente, dar una rueda de prensa con los medios locales.

En efecto, este encuentro se realizó en la sede de esta agrupación política, en donde todo estaba listo y calculado. Desde el mantel color azul, los globos y una gigantografía donde resaltaba su imagen y la de los tres aspirantes a la Asamblea por esta localidad y claro, en la parte baja y en sombreado, la imagen del expresidente Rafael Correa.

Pero también estaban ya instaladas las cámaras oficiales para grabar todo lo que ella decía con el fin de que quede registrado. Luciendo su uniforme de campaña, una camisa blanca en la que estaba bordado su nombre al lado derecho, como para que la gente no la olvide, se sentó al frente de los comunicadores.

Preguntas iban y venían sobre temas de coyuntura como seguridad o salud, y sus respuestas tenían un hilo conductor, apelar al pasado, a lo que ya pasó.

Por ejemplo, sobre seguridad respondió: “Hay que devolverle la dignidad a la Policía Nacional”; en salud, “Vamos a volver a contratar” y en una de esas respuestas mentalmente volvió al 2006, cuando en su primera campaña, para ganarse los votos, el entonces candidato presidencial Rafael Correa ofreció lo mismo, un cambio constitucional: “Hay que regresar a devolverle el estado de bienestar a la ciudadanía y, si para eso vemos que es necesaria una Constituyente, la vamos a proponer”.

Aquí algunas de sus expresiones:

“Las instituciones del Estado deben trabajar de manera coordinada y eso no es interferencia en otra función, interferir es cuando tú llamas y dices haz esto o lo otro, esto es coordinar para garantizar la seguridad de los ciudadanos”.

“Me desconcierta cada vez que me preguntan sobre la dolarización. Fuimos diez años gobierno, ganamos todas las elecciones, jamás dijimos que íbamos a quitar la dolarización. Siempre hemos dicho tanto Andrés Arauz, el presidente Rafael Correa y Luisa González que la dolarización se mantiene”.

“La solución en el IESS no es aumentar los años de jubilación, es aumentar los aportantes (…) lo que se tiene que hacer es generar empleo, aumentar la base de afiliados y sostenerlo como estaba concebido”.

“Alguien ha visto que sea investigado, procesado algún director del SNAI por el manejo en las cárceles, por el ingreso de armamento, porque son los delincuentes los que manejan las cárceles, las bandas delictivas, no”.

“Cuando hablamos de la posibilidad de ir a una Asamblea Constituyente es porque la ciudadanía no se siente garantizada en sus derechos por ninguna de las instituciones del Estado”.

Luego, como todo político en época electoral, González no podía dejar de visitar el mercado. Ahí compartió un “almuerzo popular”. Su equipo de avanzada le tenía el camino listo y eran claramente visibles por vestir unas casacas azules. Ella no sabía el camino, así que estas personas secundadas por los guardaespaldas abrían paso.

Al parecer tenía prisa, o por lo menos así lo hicieron sentir sus asesores, pero tampoco podían perder la oportunidad de darse su baño de popularidad. De la puerta por la que ingresó a la mesa prevista había unos 4 metros de distancia, pero ella caminó apresuradamente por todos los puestos recibiendo todo lo que sus camarógrafos querían, besos, abrazos y palabras de la gente.

Dentro de esta comitiva no solo estaban simpatizantes, sino también autoridades que hacían proselitismo en horas de oficina como el prefecto del Cañar, Marcelo Jaramillo, quien no tuvo rubor en participar, saltar y hasta gritar consignas a su favor, también luciendo una camisa blanca con su nombre y cargo bordado en letras grandes en la espalda, como para que lo identifiquen a la distancia.

Efectivamente llegó al almuerzo y tras escuchar a sus simpatizantes y algunos dirigentes ofreció retomar lo que, según decía, ya hicieron como gobierno, refiriéndose a la década de entre 2007 y 2017. Asimismo, como seguramente pasa en otras provincias, le dieron un regalo, que en este caso fue un sombrero de paja toquilla del que al final no se hizo cargo.

Después de las palabras vino la comida: un plato de cascarita, llapingacho, hormado y mote pelado. A todos dieron una gaseosa, menos a ella que recibió un vaso con jugo de naranja.

Y mientras ellos comían, su equipo de comunicación no perdía el tiempo. Un joven comunicador acompañado de un camarógrafo llevó a un señor a un lado de la carpa para grabar un video. Y le dieron las directrices: “Usted repita: “yo me acuerdo cuando…” y de ahí diga lo que quiera”. Ni siquiera se preocuparon en tomarle su nombre, sino simplemente que hable bien del gobierno del expresidente Correa.

Luisa González estaba a punto de terminar de comer y ya se formó una calle de honor gritando consignas a su favor como las ya conocidas “una sola vuelta”, pero al escuchar detenidamente varios de estos fervorosos militantes de la Revolución Ciudadana no eran ecuatorianos, sino venezolanos y que seguramente no están empadronados para sufragar el 20 de agosto próximo.

Y así, los guardaespaldas abrieron camino para que ella se suba en un gran auto negro con placas del Guayas para llevarla a descansar.

Más tarde, bajo esta misma línea política participó de una caravana motorizada con sus simpatizantes y por la noche atendió una entrevista a un canal de televisión local.

Así cerró su estadía en Azogues para avanzar a otros cantones de esa provincia como El Tambo, Cañar o Déleg

En cuanto al sombrero de paja toquilla que le regaló el candidato a asambleísta Blasco Luna, González solo lo usó un par de minutos para las fotos, se lo llevaron dos hombres con camisetas y gorras de RC. (I)