Para la defensa del exvicepresidente Jorge Glas se ha vulnerado el derecho a la salud e integridad de su cliente debido a que no se han brindado servicios de calidad y en el momento oportuno ante las “polipatologías” que mantiene; mientras que para las instancias estatales no se ha violentado derecho alguno, pues han entregado las facilidades para que Glas sea atendido y reciba la ayuda médica necesaria en el momento oportuno.