La única función de la vicepresidenta Verónica Abad será ir a Israel para “ser colaboradora para la paz y precautelar el escalamiento de la conflictividad entre ese país y Palestina”, así lo anunció el Gobierno el viernes 24 de noviembre. Y, luego de esta asignación, el presidente Daniel Noboa también decretó que se realice la reestructuración institucional de la Vicepresidencia de la República al amparo de las normas de austeridad del gasto público.

En el Decreto Ejecutivo n.º 30 emitido por el mandatario, que consta de tres artículos, se dispone en el primero al Ministerio del Trabajo y a la Secretaría Nacional de Planificación la reestructuración institucional de la Vicepresidencia al amparo de las normas de autoridad del gasto público y el razón de la única función asignada a Abad en el decreto número 27.

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Parte del Decreto Ejecutivo número 30 en el que se dispone reestructurar institucionalmente a la Vicepresidencia de la República.

En el segundo artículo se menciona que, para el cumplimiento del primero, el Ministerio del Trabajo iniciará de manera inmediata, desde la suscripción del presente decreto, las acciones administrativas y legales respectivas para que se cumpla.

El mandatario justificó su decisión en el artículo 141 de la Constitución, que lo establece como responsable de la administración pública; en el 147, que estipula que entre sus atribuciones y deberes está dirigir la administración en forma desconcentrada y expedir los decretos necesarios para su integración, organización, regulación y control.

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También ratificó que la tarea asignada a la vicepresidenta se da en el marco del artículo 149 de la Constitución, en el que se dispone que ejercerá las funciones que le asigne el presidente de la República.

Asimismo, Noboa fundamenta su pedido a estas carteras de Estado con el artículo 243 del Código Orgánico Administrativo, en el que figura que es potestad del presidente reestructurar los procedimientos para la provisión de bienes y servicios públicos en el ámbito de la Administración pública central.

Hasta ahora, Abad no se ha pronunciado sobre la designación del presidente Noboa, que fue celebrada por la Embajada de Israel en Ecuador, la de Estados Unidos, Rusia y China.

No obstante, expertos constitucionales y diplomáticos sostienen que la segunda mandataria se puede negar a cumplir con esta tarea sin ninguna consecuencia mayor que quedarse sin ninguna función específica y solo esperar reemplazar a Noboa cuando esto se requiera.

En tanto, el Ejecutivo, el 24 de noviembre, “asignó como única función” a Abad ser “colaboradora para la paz y precautelar el escalamiento de la conflictividad entre Israel y Palestina”.

“Para el cumplimiento de estas funciones, la vicepresidenta estará en la oficina de la Embajada del Ecuador en Tel Aviv”, añadió, sin precisar desde cuándo.

En un comunicado de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia (Secom) se señala que esta decisión representa “un hito histórico que marca un precedente sobre el significativo compromiso del Ecuador con la paz internacional” y subraya la determinación del Gobierno para promover la estabilidad en una región afectada por conflictos prolongados.

“Ecuador es un país de paz. Esta designación expresa la responsabilidad que la nación tiene con la resolución pacífica de conflictos y nuestro apoyo a los esfuerzos internacionales por alcanzar la estabilidad en áreas afectadas por tensiones”, refirió la Secom. (I)