Para proyectos de construcción, el cabildo quiteño destinó $12,6 millones en los tres meses previos a la terminación de la actual gestión municipal.

En estos procesos constan, por ejemplo, la rehabilitación vial y los parqueos del mercado mayorista de Quito, adjudicado al contratista Aquiles Rosero Lucero, por un monto de $3,4 millones, además la construcción del proyecto ‘Interceptor Quebrada Carretas, el tramo de Simón Bolívar, Quebrada Santo Domingo y parroquia Calderón, por $ 824 mil asignado al Julio Ormaza Romero; y la construcción del adoquinado en las calles del barrio La Dolorosa, por $218 mil al contratista Libio Borja León.

Otras obras comunitarias como la extensión de las redes de alcantarillado, la remodelación del mercado Calderón y la construcción de obras de mejoramiento de la captación de la quebrada El Tejado también constan en este rubro.

Publicidad

En contratos para equipos o materiales, el municipio dedicó casi $ 4 millones, según los registros del Servicio de Contratación Pública (Sercop), en el periodo febrero-abril de este año. En este grupo se encuentran la adquisición de repuestos para buses, tuberías, cámaras términas, infraestructura de comunicaciones, mezcla asfáltica para proyectos de vialidad, incluso la compra de drones para el monitoreo del tráfico quiteño, obra adjudicada al contratista Milton Cusco Cuzco por $ 40.800.

Para servicios de Difusión, Información y Publicidad, se asignaron $469 mil en ocho contratos, entre ellos para una campaña de educación comunicacional y de sensibilización “con miras a lograr cambios sustanciales de comportamiento para juntos construir una mejor sociedad”.

El monto de este contrato fue de $57 mil y se adjudicó al contratista Santiago Uribe Montesdeoca. Ahí también consta la “Realización de eventos públicos promocionales para la unidad de cultura y el proyecto de presupuestos participativos 2023″, valorado en $51 mil y dado a la firma Asoserev.

Publicidad

Este contrato se adjudicó el pasado 20 de abril y tiene un plazo de duración de 219 días, contados a partir del próximo 27 de mayo, doce días después de la posesión del nuevo alcalde Pabel Muñoz.

Entre los eventos programados en este proceso constan festivales de danza en las parroquias noroccidentales en el mes de agosto, encuentro de bandas populares en noviembre y caravana y retreta artística en diciembre. Hasta el cierre de este reportaje el Municipio de Quito no aceptó pedidos de información y entrevistas. (I)

Publicidad

QUITO. El alcalde Santiago Guarderas junto al coordinador de la Comisión Anticorrupción, Germán Rodas.

‘Contraloría debía impedir contratos’

Las entidades de control como la Contraloría deben vigilar las contrataciones realizadas en vísperas del cambio de autoridades, afirma German Rodas, coordinador de la Comisión Anticorrupción.

¿Cuál es su lectura cuando las autoridades firman contratos a puertas de dejar sus cargos? ¿Se puede pensar que no hay una actuación muy transparente?

Desde luego que sí, hay una opacidad en el gasto, porque pueden entenderse que acumularon los recursos para utilizarlos al final de su mandato, que la obra pública no fue planificada o que se pretendería dejar sin recursos a las administraciones que van a sucederlas, por eso es importante la alerta pública, la acción de Contraloría y un llamado público a las autoridades salientes para que los recursos no sean usados de manera inadecuada, casi al apuro, al último momento en sus administraciones.

¿Es legal, ético?

Publicidad

Es evidente que hay una disposición una serie de acciones en el plano de lo jurídico, pero no es ético que ciertos recursos se los apuren gastando y lo que sí hay que pedir es que las alcaldías de Guayaquil y Quito en su momento sean adecuadamente estudiadas por los organismos de control respecto a gastos de último momento.

¿Qué entidad debe vigilar?

Directamente Contraloría, la Contraloría tiene unidades de gestión y control en cada uno de los Gad’s, deberían preocuparse de que funcionen adecuadamente para impedir contrataciones de último momento, no solo de obras grandes sino de funcionarios, de tal suerte que las nuevas administraciones no encuentren el pretexto de que no pueden hacer nada porque las arcas han quedado más o menos vacías o vacías completamente. (I)